¿Qué fue de Oliveira?: un arma letal del Betis en los derbis
Samba brasileña dejó el delantero en su breve paso por Heliópolis. Con los verdiblancos ganó la Copa del Rey en 2005 y formó parte del EuroBetis.
"Suena samba brasileña, con los goles de Oliveira", gritaba el mítico exspeaker del Betis, Manolo Melade, cada vez que saltaba al campo Ricardo Oliveira. Y es que si algo no faltaba en el equipo andaluz con la presencia del delantero carioca en el campo era calidad y goles. Además de la verdiblanca, vistió la camiseta del Valencia, del Zaragoza y del Milán, entre otros. En el momento cúspide de su carrera, tras fichar por el club italiano, con el que ganó la Champions, una lesión y el secuestro de su hermana le impidieron seguir triunfando. Cuando parecía que su carrera había acabado, regresó a LaLiga y volvió a brillar. Y, después de sufrir dos descensos (con el Zaragoza y el Betis) decidió marcharse de manera temprana a los Emiratos Árabes para acabar su carrera sin exigencia física. De allí se fue a su país donde sigue jugando, a sus 37 años. Delantero con regate, potencia y definición, dejó huella en el fútbol de nuestro país.
Ricardo Oliveira (6 de marzo de 1980, Sao Paulo, Brasil) es un delantero brasileño que jugó en LaLiga Santander durante seis temporadas. Nacido en el seno de una familia humilde, quedó huérfano de padre a los ocho años. Una situación que le hizo forjarse como persona luchadora, llegando a tener que mendigar para comer. “¡No puedo olvidar de donde vengo! Es mi historia. ¿Cómo voy a olvidarme de donde he venido? La gente se fija en que los futbolistas ganan mucho dinero, tienen un coche guapo y muy caro, pero yo he venido de la calle, de no tener nada para comer, de tener que pedir por las casas…”, contaba el propio jugador en una entrevista con AS.
Con 20 años, debutó como futbolista en las filas de la Portuguesa. Tras tres años en el modesto club, se ganó a base de goles un nombre que le permitió dar el salto al Santos. En el mítico equipo brasileño marcó hasta una veintena de tantos quedándose a las puertas de conseguir una Copa Libertadores, campeonato que no lograba el club desde que Pelé militaba en sus filas en 1963 y en el que un joven Oliveira se proclamaba máximo goleador del torneo en aquel año. Su calidad y gran olfato goleador le dio el pasaporte para jugar en Europa en 2003.
Un mal inicio en LaLiga en las filas del Valencia
El Valencia fue el primer equipo que apostó por él, pero no consiguió cuajar en el cuadro che dejando sólo 9 dianas en su primera y única temporada en Paterna. No eligió el carioca el sitio adecuado. Llegó en medio de una guerra interna entre Benítez y García Pitarch en el club valenciano. Jugó poco en una temporada en la que el club conseguiría el doblete Liga y UEFA. Al final de su primera campaña en la ciudad del Turia, el entonces técnico del Valencia, Claudio Ranieri, comunicó al club su intención de no contar con el atacante brasileño para la siguiente temporada. No empezaba bien su paso por LaLiga pero el Betis, en aquel entonces dirigido por el actual director deportivo verdiblanco Lorenzo Serra Ferrer, le daría otra oportunidad. El club de Heliópolis cerró su fichaje en el mercado estival por 4,5 millones de euros para cinco años de contrato.
Su traspaso al Betis se produjo semanas después de proclamarse campeón de la Copa América en Perú 2004 con la Selección brasileña, con la que debutó por primera vez el 8 de julio de ese mismo año. Desde entonces, con la canarinha suma 16 partidos y cinco goles. Ganó una Copa Confederaciones en 2005 y no pudo disputar el Mundial de Alemania siendo un fijo en la selección brasileña debido a una grave lesión sufrida durante el partido de Champions entre el Betis y el Chelsea.
Su primera temporada en el Betis: pase a Champions y Copa del Rey
Debutó con el Betis un 28 de agosto de 2004 en un empate 1-1 frente al Numancia en Los Pajaritos y habría que esperar hasta el 25 de septiembre para verle entrenarse de cara a portería frente al Dépor en Riazor. Aquel gol fue el primero de los 25 que dejó con la camiseta de las trece barras en su primera campaña en la capital andaluza, la mejor que ha firmado el club en su historia reciente. De entre esos goles destaca el anotado al Sevilla en el derbi disputado en Heliópolis y el que puso en ventaja al Betis en la final de Copa del Rey ante Osasuna. Oliveira tenía así un inicio más que brillante en el conjunto verdiblanco, en el que formó una pareja letal en el ataque junto a Edu. Ambos encabezaron a un Betis que acabó cuarto en Liga, consiguiendo el pasaporte para jugar la eliminatoria para Champions, y campeón del título copero por segunda vez en su historia (la primera sería en 1977).
En la 2005-06 el conjunto verdiblanco disputó la previa de Champions en la que el carioca fue decisivo. El Betis consiguió clasificarse para la siguiente ronda con dos goles de Oliveira en Mónaco, uno de ellos, el decisivo. El brasileño recibió en la medular, se fue de tres defensores y mandó con un zurdazo el balón a la red. Un gol que metía al Betis en la máxima competición europea. Un gol que dejaría su nombre grabado bien fuerte en la historia del Betis Su nivel goleador continuaba en auge hasta que una lesión frente al Chelsea en la fase de grupos de la Champions (1 de noviembre de 2005) puso fin a su temporada en Heliópolis, en la que sólo le dio tiempo a marcar siete dianas. El Betis lo cedió al Sao Paulo para liberar su ficha, lo que desembocó en una mala relación con la directiva, que sentenció su salida definitiva. Tras su breve paso por el club de su ciudad natal, fue traspasado al Milán por 17,5 millones de euros más el fichaje de Vogel.
Su llegada a San Siro no fue fácil. Un mes después de su fichaje por el conjunto italiano, la hermana de Oliveira fue secuestrada por una banda criminal y estuvo más de cinco meses de cautiverio. Su rendimiento se vio afectado en gran medida. El atacante brasileño apenas jugó dejando sólo cinco goles con el equipo lombardo. Una temporada triste, a pesar de levantar una Champions, que terminó con su cesión al Real Zaragoza, que se guardó una opción de compra de 10 millones de euros.
Su primera temporada en el Zaragoza no se le dio nada mal. Anotó un total de 22 goles, una cifra que no impidió el descenso del club maño a Segunda División. Al final de aquella campaña, el Zaragoza ejerció la compra sobre sus derechos federativos dispuesto a escuchar ofertas por Oliveira, sin embargo siguió media temporada más en el Zaragoza y anotó nueve goles en 17 partidos hasta que decidió volver al equipo que le lanzó a la fama. Había interés de varios equipos de LaLiga como el Villarreal, Atlético de Madrid...
Volvió al Betis en 2009, el año del descenso
El Betis fichó al delantero sobre el pitido final del mercado invernal. Lopera consiguió que el banco le abriera las puertas para realizar una transferencia por valor de casi 9 millones de euros. Su vuelta no pudo empezar mejor. El ariete brasileño debutaba de nuevo con la elástica verdiblanca ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán un 7 de febrero de 2009. El duelo contra el eterno rival exigía, pero Oliveira respondió a la perfección. Marcó el desempate (1-2) en el minuto 84' dando la victoria a un Betis en el que el entonces entrenador Chaparro se jugaba el puesto. En Heliópolis jugó un total de 16 partidos y anotó seis dianas hasta el final de una triste temporada en la que el club verdiblanco descendió a Segunda División.
A final de aquella trágica campaña, Oliveira tomó la determinación de marcharse a Emiratos Árabes para jugar en el Al-Jazira, al que le siguió el Al Wasl. En 2015, volvió a su país para volver a militar en las filas del Santos, club al que dejó de pertenecer el pasado mes de diciembre cuando fue traspasado al Atlético Mineiro. A sus 37 años, sigue dejando destellos de su calidad y demostrando que aún le queda gasolina para rato a base de goles.