Liga BBVA | Betis 1 - Valladolid 1
Tragedia en Heliópolis
El Real Betis desciende a Segunda División tras no ser capaz de pasar del empate ante el Valladolid en el Ruiz de Lopera. El resto de resultados de los equipos que se jugaban la permanencia dieron el empujón definitivo al conjunto de Nogués. Aguirre adelantó a los visitantes y Oliveira empató tras el descanso. El Valladolid estuvo al borde del precipicio hasta el último minuto, pero el segundo gol bético no llegó jamás.
El dramático enfrentamiento entre Betis y Valladolid en el Ruiz de Lopera se disputaba con un féretro en cada uno de los vestuarios ante la posibilidad de que el equipo perdedor pasara a mejor vida y jugase la próxima temporada en Segunda División. Las combinaciones para decidir el equipo que acompañaba a Numancia y Recreativo a la división de plata eran infinitas. Para andaluces y pucelanos el panorama era claro: al Valladolid le valía la victoria y el empate, mientras que al Betis únicamente le aseguraba la permanencia los tres puntos. Toda combinación distinta a las planteadas dejaba el futuro de los dos conjuntos en manos del resto de equipos implicados en el descenso, Osasuna, Getafe y Sporting. Noventa minutos de sufrimiento e ilusión.
El Betis tomó por completo el mando del partido desde que Pérez Burrull indicase el comienzo. En tan sólo nueve minutos, el equipo de Nogués avisó con mucho peligro hasta en tres ocasiones, lo que sirvió para encumbrar la figura de Sergio Asenjo, que detuvo un mano a mano a Oliveira y otro a Sergio García cuando la grada local ya cantaba los goles de su equipo. Óscar Sánchez se encargó de despejar el peligro en la tercera de las acometidas verdiblancas. Mientras tanto, el Valladolid parecía no estar en el campo. La inoperancia del equipo de Mendilibar ante la avalancha atacante bética era asombrosa, parecía que no le iba nada en el encuentro. La cosa se le complicó aún más a los visitantes cuando Pedro León tuvo que marcharse del terreno de juego en el primer cuarto de hora de juego aquejado de un esguince en su tobillo izquierdo.
Los transistores eran los protagonistas de la tarde en la grada. El ir y venir de goles en el resto de partidos de los implicados en el descenso se hacía notar sobremanera en los presentes en el feudo andaluz. El gol de Higuaín en el Reyno de Navarra se cantó como un gol propio por parte de las dos aficiones, pero no ocurrió así con el empate inmediato de Plasil para Osasuna. Poco después, un gol del Recreativo colocaba al Sporting en Segunda, pero quedaban muchos minutos aún como para estar pendientes del resto de partidos. El Valladolid comenzó a despertar justo cuando el Betis levantó el pie del acelerador e imprimió algo más de lentitud a su eléctrico juego inicial. Aún así, las ocasiones seguían cayendo del lado andaluz, pero la falta de puntería y un inconmensurable Asenjo no permitían a los de Nogués abrir la lata.
Por el contrario, al Valladolid le bastó con una única llegada al área y un único disparo a puerta para marcharse con ventaja en el marcador al descanso. Víctor, tras una buena jugada individual, habilitó a Aguirre para que este lograse batir a Ricardo con un zurdazo que se coló por el palo derecho de la portería del meta portugués.
Se llegaba al descanso con un resultado que no reflejaba lo visto sobre el césped. El Betis se marchaba a los vestuarios ganando a los puntos a su rival y siendo merecedor de ir por delante en el luminoso tanto por juego como por ocasiones. Pero la realidad era otra, el espadazo de Aguirre les dejaba en la cuerda floja. Quedaban por delante cuarenta y cinco minutos en los que podría pasar cualquier cosa, tanto en el Ruiz de Lopera como en el Reyno de Navarra, en El Sardinero o en El Molinón. A esa hora de la tarde el descendido era el Sporting de Preciado (0-1 ante el Recreativo). El Osasuna empataba a uno con el Real Madrid y el Getafe hacía lo mismo en Santander.
Segunda mitad de infarto
Tras la reanudación, el Valladolid se las prometía muy felices, pero su idea de dejar pasar los minutos evitando acercamientos peligrosos de su rival e intentar sentenciar a la contra se borró de un plumazo a los cuatro minutos del segundo acto. Justo el tiempo que tardó el Betis en enlazar una buena jugada que acabó en un centro de Edu que fue rematado de cabeza por Oliveira de forma precisa logrando la igualada. El estadio sevillano estalló con el tanto del brasileño y recuperó la esperanza de que un segundo gol de los suyos alejara definitivamente el fantasma del descenso. A punto estuvo de lograrlo Oliveira minutos después, pero el palo derecho de Ricardo lo evitó.
Con el Betis dominando a su rival como en el inicio del partido, Goitom estuvo muy cerca de dejar helado al Ruiz de Lopera, pero su disparo salió desviado por encima del larguero. Coincidiendo con la oportunidad del jugador sueco comenzaron a llegar noticias del resto de estadios implicados en el descenso. El gol de Barral en El Molinón sacaba al conjunto asturiano del descenso y volvía a meter en él a Osasuna, pero tan sólo dos minutos después el rojillo Juanfran le daba de nuevo la vuelta a la situación y el Sporting volvía al descenso. Y esto si que era una mala noticia para los de Nogués: un gol del Sporting les mandaba a Segunda. Dicho y hecho. Luis Morán lograba el segundo en Gijón y el Betis se montaba en el último vagón del tren del descenso.
La noticia se extendió como la pólvora en la grada. Fue entonces cuando aparecieron las lágrimas en la grada y los nervios en el césped. Los jugadores locales eran conscientes de la situación y decidieron lanzarse al ataque en busca del gol de la salvación, eso sí, con más corazón que cabeza. Sergio García y Capi dejaron su sitio a Emaná y a Pavone en un intento desesperado de Nogués de evitar la tragedia. Frente a ellos, un Valladolid que no parecía ser consciente de que un gol de los sevillanos les obligaría a jugar en Segunda la próxima temporada. Las miradas de media España se centraban en el Ruiz de Lopera, donde jugaban los dos máximos candidatos al descenso a esa hora de la tarde.
Pasaban los minutos, el Valladolid dejaba correr el reloj y en el Betis se comenzaban a notar los síntomas de cansancio tras el esfuerzo realizado y la tensión acumulada. Con el pitido final se confirmó la tragedia en Heliópolis. El Betis consumó su descenso a Segunda División y el Ruiz de Lopera se inundó de lágrimas verdiblancas.