Real Madrid | La prensa mundial se pone a los pies del 'pipita'

Higuaín: "Fue una locura, estoy muy feliz"

A las 23:55 del martes apareció por Félix Boix el gran héroe del Madrid: Higuaín. Acompañado por su padre, Jorge, su madre, Nancy y por su hermano Lautaro, cenó en 'De María', donde le esperaban su amigo Juan y AS...

Óscar Ribot

Faltaban cinco minutos para las doce de la noche del pasado martes. Sólo cinco minutos para la hora bruja y cincuenta desde que Gonzalo Higuaín se convirtiera una vez más en el héroe del madridismo: había marcado dos goles que dieron al Madrid la victoria in extremis ante un Getafe, que salió desolado por la nueva gesta de un argentino de 21 años. Higuaín se ha convertido en un grande de este Madrid a fuerza de coraje y de no arrojar la toalla. Este verbo no entra en su diccionario.

A las puertas de De María de Félix Boix le esperaban sus amigos Juan, Fabián, Roque, Julio... Y AS. Todos analizando la gesta del Madrid y el nuevo milagro del Pipita. En esas, apareció el Audi Q7 conducido por el jugador. Del coche salieron su padre, Jorge (¡El genuino Pipa!), su madre, Nancy, y su hermano Lautaro. Sólo se echaban de menos a sus otros dos hermano Niko y Federico y a su gran amigo el Chinito.

La sonrisa de Higuaín al acercarse a la puerta del restaurante lo decía todo: mostraba la picardía del que sabe que la ha vuelto a liar. Abrazos y felicitaciones fueron los preámbulos de las primeras palabras del protagonista: "Lo de hoy (por el martes) ha sido impresionante. Una locura. Estoy muy feliz. Impresionante. No hay palabras".

Impensable.

"Esto no se puede entender más que por el alma y la garra. Esto sólo lo hace el Madrid. Cuando no pitó el penalti del Cata Díaz a Gonzalo yo me quería tirar a la cancha", narraba Jorge Higuaín que, en dos años y medio, se ha hecho más madridista que Roncero. Nancy y Lautarito no cabían en sí. La madre de la criatura, recién llegada de Buenos Aires, había traído la buena suerte al Madrid y a su hijo, y el pequeño Lautaro (todo lo que sabe Gonzalo de fútbol se lo ha enseñado su hermanito...) no paraba de dar saltos como si fuera él el que había marcado el gol de la victoria en el minuto 93.

Gonzalo, que no suele ser demasiado expresivo fuera de los terrenos de juego (excepto cuando cuenta chistes), sólo escuchaba las teorías futbolísticas de su padre y aprovechaba para hacerse unas fotos con niños y adultos que ya le tienen como uno de sus ídolos. "Esto es el Madrid, vamos a por la Liga", dijo antes de abrir la puerta de este museo culinario argentino adoptado por Madrid y que se ha convertido en la segunda casa del Pipita. Sabe que su Madrid se la juega el domingo en el Sánchez Pizjuán. Si se gana hay Liga, si no, las cosas ya se ponen de color azulgrana.

Tras esta última reflexión, Higuaín desapareció para celebrar una gesta como a él le gusta: con una cena tranquila, arropado por los suyos y pensando ya en el Sevilla...