Primera | Athletic

Falleció Eneko Arieta

Fue el delantero centro del Athletic durante quince temporadas

Jose L. Artetxe

Eneko Arieta-Araunabeña Piedra (Durango, 21 de agosto de 1933) murió en la noche del lunes a consecuencia de una enfermedad. Pocos futbolistas han completado una carrera tan dilatada como la suya en el Athletic, a donde llegó procedente del Getxo. Debutó en el inicio de la temporada 51-52 y se mantuvo en el equipo hasta la campaña 65-66. Quince años vistiendo la camiseta rojiblanca y siempre actuando como delantero centro. Conocido como "El Torito" por su estilo de juego físico y directo, un sobrenombre que le puso la Prensa de la época, Arieta era y sigue siendo para sus compañeros "El Txato", que así es como le llamaban en la caseta de San Mamés.

Fue el sucesor de Telmo Zarra en la delantera y en sus últimos años en activo coincidió en la plantilla con su hermano Antón, que era un futbolista de un corte bien distinto, de ahí que también se le conociese como Arieta I. Participó en un total de 295 partidos oficiales con el Athletic y alcanzó la bonita cifra de 170 goles, lo cual le convierte en el séptimo mejor goleador en la historia del club. Ganó una Liga y tres Copas, la última de éstas de imborrable recuerdo puesto que la final se disputó contra el Real Madrid y en Chamartín. Aquel Athletic, que ganó con un gol suyo y otro de Mauri, fue bautizado como "un equipo de once aldeanos", por contraste a la aureola que rodeaba al rival, plagado de jugadores de la talla de Di Stéfano, Gento, etc.

Valiente.

Arieta no era propiamente un rematador, aunque tenía un buen disparo. Destacaba por su laboriosidad, una capacidad ilimitada de lucha y por la dureza, baza esta en absoluto desdeñable en el fútbol de la década de los cincuenta. Cuentan quienes jugaron a su lado que Eneko Arieta, a menudo, lograba contagiar por su entrega y conseguía la máxima implicación de todo el equipo con su ejemplo en el campo.

"Se fajaba con todos los centrales, que le tenían un enorme respeto por ello. En muchas ocasiones libraba talles batallas que acababa el partido llorando de rabia después de haber mantenido duelos durísimos", cuenta un compañero suyo. De él llegó a decir Santamaría, el central uruguayo del Madrid, que era "el hombre más valiente" que había conocido.

Por su condición física, era muy veloz en espacios cortos y jamás rehuía la disputa y el choque, hizo que sus batallas con el propio Santamaría, o el central del Sevilla Campanal o Iborra, fueran muy celebradas, por su espectacularidad. No daba un balón por perdido, lo cual le llevaba en ocasiones a traspasar los límites del terreno de juego y chocar con las vallas que separaban al público. Todos estos atributos hicieron de Arieta un hombre muy querido en San Mamés, donde siempre se ha apreciado la entrega y la generosidad. Sin duda le corresponde un lugar entre los grandes del Athletic. Agur.

Wembley se rindió ante uno de sus goles

Quizás el gol más bello que marcó Eneko Arieta fue jugando con España frente a Inglaterra en el mítico Wembley. Fue a la salida de un corner que sacó Enrique Collar. El balón salió muy templado, bastante abierto y largo, tanto que sobrepasó el segundo poste de la portería inglesa. Arieta conectó su cabeza y el balón entró por la escuadra opuesta. La grada reconoció el mérito de la acción con aplausos.

Sin esperar a la expulsión, dejó el campo

Arieta no pudo contenerse ante una agresión de Paz, de la Real Sociedad, en Atocha. Este le golpeó en el rostro cuando volvía a su campo en plena celebración de un gol del Athletic y en cuanto la Real sacó de centro, hizo caso omiso al juego y se dirigió derecho hacia Paz, a quien tumbó de un puñetazo. Ni siquiera esperó a que el árbitro le expulsara, pues de inmediato tomó el camino de la caseta.