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Rusia se enfrenta a una histórica suspensión de pagos

Moscú debe pagar 117 millones de dólares de deuda este miércoles mientras se enfrenta a una de las peores situaciones financieras de la historia del país.

Rusia debe abonar 117 millones de dólares (unos 106,7 millones de euros) este miércoles si no quiere afrontar una suspensión de pagos. Con sus reservas congeladas, Moscú se enfrenta ahora a un nuevo riesgo económico después de que su moneda se devaluase, la Bolsa haya cerrado, las multinacionales hayan escapado del país y los inversores sean cada vez más reacios a apostar por ellos.

En caso de que Moscú no abone hoy su deuda, se le concederá un periodo de gracia de 30 días. Después de ese período, entrará de forma oficial en suspensión de pagos. Rusia cuenta con capital suficiente para saldar la deuda, pero la congelación de casi la mitad de sus reservas en moneda extranjera (300.000 de los 643.000 millones de dólares) están paralizadas. En lo que queda de mes, Rusia debe devolver otros 614 millones de dólares, y en abril 2.000 millones más, según El País.

La deuda pública de Rusia es baja (17,9%), y la venta de gas y petróleo que provocaron un superávit comercial le facilitaba el pago de la deuda. Pero la congelación de sus reservas cambia el escenario. El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, acusó a Occidente de buscar un "default artificial" con las sanciones y amenaza con pagar la deuda en rublos, su única moneda disponible en estos momentos. Un default corta automáticamente el acceso de un Estado a los mercados financieros y pone en peligro su rentabilidad durante años.

Si Rusia cumple con la amenaza de pagar en rublos, se abrirá un período de 30 días después de los cuales el país será declarado en incumplimiento de pago de su deuda externa, por primera vez desde 1918, cuando Lenin incumplió las obligaciones del país. En otras palabras, Rusia tiene el dinero para pagar la deuda, pero no puede acceder a él.

¿Qué implica una suspensión de pagos?

Los inversores que compraron deuda rusa tendrán que esperar a una desescalada del conflicto entre Moscú y Kiev para recuperar parte de su dinero. Al no pagar la deuda, Rusia se quedaría con el dinero, lo que perjudicaría a inversores occidentales y rusos, lo que impediría a Moscú beneficiarse de los mercados de capitales, aunque las sanciones actuales ya se lo prohíben.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, señaló en la cadena estadounidense CBS que los bancos internacionales tienen una exposición a Rusia de 120.000 millones de dólares, una cantidad que cree insuficiente para que se produzca una crisis mundial. Según Reuters, Rusia ha emitido 15 bonos internacionales por valor de 40.000 millones de dólares, y la mitad de ellos se encuentran en manos de inversores internacionales.