El peso afecta al riesgo de muerte en los bebedores excesivos

Según un reciente estudio publicado en la revista 'Drug and Alcohol Dependence' se ha descubierto que las personas con un peso inferior al normal que beben en exceso pueden tener un riesgo aún mayor de morir por enfermedades cardíacas, cáncer y otras causas.

Y es que el peso corporal afecta al riesgo de muerte en los bebedores habituales y que lo hacen en exceso, pero no como siempre se ha pensado, asociado a la obesidad, "sino que la relación era especialmente pronunciada para las personas con bajo peso que beben en exceso", comenta el autor principal, Muntasir Masum, becario postdoctoral en el programa de Capacitación en Prevención y Metodología (PAMT) en el Centro de Investigación de Prevención Edna Bennett Pierce en la Facultad de Salud y Desarrollo Humano de la Universidad Estatal de Pensilvania.

Consumo de alcohol y mortalidad

Estudia el comportamiento del consumo de alcohol entre adolescentes y adultos con un enfoque en los mecanismos sociodemográficos que contribuyen al consumo de alcohol y los resultados posteriores de salud y mortalidad. Y la sorpresa gracias a la encuesta nacional del NHSI en Estados Unidos ha sido que un peso por debajo de la media y un abuso del alcohol, lleva a un riesgo mortal, además de aumentar las enfermedades cardíacas, el desarrollo de cáncer y otras causas que pueden acabar en muerte prematura.

Desde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos definen el bajo peso como el hecho de tener un índice de masa corporal (IMC) inferior a 18,5, mediante el cálculo del peso de la persona en kilogramos dividido por el cuadrado de su altura en metros. Masum sugiere que podrían estar en juego múltiples factores, "como la forma en que las personas manejan el estrés y si tienen problemas de salud concurrentes o deficiencias nutricionales", y espera que los resultados "animen a la gente a eliminar los riesgos que pueden llevar a una situación de vida o muerte".

Los datos en Estados Unidos sobre esperanza de vida

La Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud (NHIS) es la principal fuente de información sobre la salud de la población civil no institucionalizada de los Estados Unidos y es uno de los principales programas de recopilación de datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS), que forma parte de la Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una monitoreo nacional que se hace desde 1956.

Algunos datos de la encuesta revelan que la esperanza de vida para la población de Estados Unidos en el año 2020 fue de 77 años, una disminución de 1,8 años desde el año 2019, donde aún no había pandemia.

De hecho, 9 de las 10 principales causas de muerte en el 2020 se mantuvieron igual que en 2019, aunque 5 causas cambiaron de rango: las enfermedades cardíacas y el cáncer siguieron siendo las 2 principales causas principales, y la COVID-19 se convirtió en la tercera causa principal de muerte en 2020.

De las principales causas restantes en 2020 (lesiones no intencionales, accidente cerebrovascular, enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, enfermedad de Alzheimer, diabetes, gripe y neumonía, y enfermedad renal), cinco causas cambiaron de rango desde 2019.

Las lesiones no intencionales, la tercera causa principal en 2019, se convirtieron en la cuarta causa principal en 2020. Las enfermedades crónicas de las vías respiratorias bajas, la cuarta causa principal en 2019, se convirtió en la sexta. La enfermedad de Alzheimer, la sexta causa principal en 2019, se convirtió en la séptima. La diabetes, la séptima causa principal en 2019, se convirtió en la octava. La enfermedad renal, la octava causa principal en 2019, se convirtió en la décima causa principal en 2020. El accidente cerebrovascular, la influenza y la neumonía siguieron siendo las causas principales quinta y novena, respectivamente.

El suicidio se eliminó de la lista de las 10 causas principales en 2020. Las causas de muerte se clasifican según el número de muertes. Las 10 causas principales representaron el 74,1% de todas las muertes en los Estados Unidos en 2020.