El pueblo de León que pide ser gallego

Los vecinos de la aldea de Fuente de Oliva, situada en la comarca de El Bierzo (León) y que pertenece a la localidad leonesa de Balboa, continúan a la espera de que la pedanía pertenezca al municipio gallego de Cervantes (Lugo).

La población que reside en este área rural solicitó a las administraciones de Castilla y León la pertenencia a la comunidad gallega, debido entre otros motivos, a las promesas que consideran como no cumplidas por la Junta castellanoleonesa. Entre las peticiones que no se han cumplido, se encuentra la carretera que une los municipios mencionados, que no se encuentra en condiciones óptimas y continúa con baches y grietas.

Por otro lado, según informa 'La Voz de Galicia', Fuente de Oliva solo ha recibido una inversión de diez mil euros por parte del Instituto Leonés de Cultura, que serán destinados a realizar labores de obras y mejoras de instalaciones, como el símbolo situado en el centro de la aldea. Según el alcalde de la aldea, Fernando Cerezales, los vecinos llevan más de un año para ver cómo finaliza el proyecto de asfaltado, que aún no ha comenzado.

Proyectos y reformas sin hacer

Sin embargo, no son los únicos reclamos que han realizado hasta la fecha los vecinos, que continúan sin ver cómo otros de los proyectos planteados para esta pedanía aún no se han llevado a cabo. Además de la reforma del símbolo mencionado y de la carretera, otros como la casa de turismo rural o el observatorio de observación astronómica no se hicieron, según mencionó la 'Cadena SER'.

El propio Cerezales explicó que, con estos hechos, la pedanía "sufre literalmente las consecuencias de la 'España Vaciada'" y manifestó su deseo de que se presenten proyectos a la mayor brevedad posible.

Los vecinos se ofrecen para la solución del problema

Como alternativa, los vecinos se han ofrecido como intermediarios entre las administraciones de Balboa (León) y Cervantes (Lugo) para "empezar a trabajar juntos" con el objetivo de buscar soluciones a las peticiones realizadas, y también para poner en relieve ante las administraciones autonómicas los problemas por los que atraviesan las zonas rurales castigadas por los efectos de la despoblación y la falta de proyectos.

A finales del 2020 el Presidente de la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo y el alcalde de Cervantes, Benigno Gómez, mostraron su "simpatía" ante la propuesta recibida, aunque fue el propio presidente gallego quien dijo a finales del 2020 que la última palabra la tendrá su homólogo en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.