CORONAVIRUS

¿Por qué la tercera dosis de la vacuna de la COVID-19 sienta peor y qué efectos secundarios tiene?

La dosis de refuerzo contra la COVID genera una serie de reacciones adversas en determinados pacientes, que son "normales y positivas", según un virólogo.

Alberto Ortega

La tercera dosis o primer refuerzo vacunal contra la COVID es el objetivo prioritario de las autoridades sanitarias de cada país para fortalecer la campaña de inmunización y a su vez mitigar los efectos negativos de la enfermedad en determinadas personas. Sin embargo, la aplicación de esta pauta está generando una serie de estragos a los inmunizados, en forma de efectos secundarios que son "muy incómodos y poco normales", según el testimonio de algunos afectados, que manifiestan cansancio físico y otras afecciones, como fiebre, tras la inoculación de este refuerzo vacunal.

De hecho, un estudio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades determinó que los efectos secundarios de la vacuna de refuerzo de Pfizer y Moderna presentan similitudes a los de las primeras y segundas dosis de estas farmacéuticas. En cambio, una inmunizada de 65 años reconoce que tras la aplicación de la tercera dosis, al día siguiente no pudo ir a trabajar. "No había faltado al trabajo por enfermedad nunca, al día después de vacunarme no podía ni levantarme de la cama, estaba muy débil", expresa la afectada.

Algunos de estos testimonios propician que muchas personas no se quieran vacunar con esta dosis de refuerzo debido a los efectos secundarios que puede provocar en nuestro organismo. No obstante, existen estudios clínicos que demuestran la eficacia de esta pauta vacunal, ya que reduce el riesgo de representar afecciones graves relacionadas con el coronavirus e impulsadas por la variante Ómicron, dominante a nivel mundial hasta la fecha.

¿Por qué la tercera dosis de la vacuna de la COVID-19 sienta peor?

Principalmente, una reacción o efecto secundario adverso a un determinado fármaco es "algo totalmente normal y positivo" y más si hablamos de vacunas, que arrojan un nivel de anticuerpos superior, según cuenta el virólogo leonés Estanislao Nistal. Además, la inmunoreactividad desempeña un papel determinante, ya que nuestro organismo reacciona de manera rápida y eficaz debido a que tiene una defensa previa, originada por la aplicación de las dos primeras dosis.

Por ello, la aplicación de una pauta de refuerzo provoca que el sistema inmunitario se reactive cada vez más pronto, en el momento de que administramos una nueva dosis cuando aún arrojamos inmunidad de las anteriores, provocando una reacción mayor. Los médicos recomiendan el uso de paracetamol o ibuprofeno, por lo menos durante dos días, para paliar las dolencias originadas por el suero de refuerzo.

¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes de las dosis de refuerzo?

Los efectos secundarios más frecuentes y comunes que presenta la vacuna de Pfizer son fiebre, dolor de cabeza, fatiga y dolor en la zona de la inyección. Además, se han incluido otros como cefalea, mialgia, escalofríos y artralgia, todos ellos de manera leve o moderada, según un informe de la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Asimismo, las reacciones más frecuentes en la vacuna de Moderna son hinchazón, enrojecimiento y dolor en la zona de la inyección. Otros de los síntomas son dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor, fiebre y cansancio muscular. Los más notificados por los vacunados fueron la fiebre y el dolor en la zona de la inyección, de carácter leve, según muestra la Estrategia de Vacunación de nuestro país