El precio del aceite sube cada vez más y ha empezado el año un 32% más caro que el anterior. Por eso, muchos hogares intentan aprovechar al máximo la cantidad que tienen, aunque quede un poco de una botella y se esté usando otro tipo de aceite. O incluso se reutiliza aceite de una fritura junto con aceite nuevo.

Sin embargo, esta no es una buena idea. No solo por el resultado y la calidad de la fritura, sino por los problemas que puede entrañar esta mezcla para la salud. Combinar distintos tipos de aceites o grasas es perjudicial, ya que no todos son iguales, ni son de la misma calidad, ni resisten el calor igual ni tampoco se deterioran con la misma rapidez.

Lluís Riera, técnico en seguridad alimentaria en la consultoría Saia, asegura a 20minutos que "el aceite, con su uso, se degrada produciendo compuestos polares". De hecho, señala que "las empresas que fríen mucho (fast food, churrerías, etc.) tienen aparatos para medir los compuestos polares, los cuales no deben superar el 25%".

Reutilizarlo con cuidado

Por tanto, si se deciden mezclar diferentes tipos de aceite, al tener diferentes grados de saturación, la velocidad con la que se producen esos compuestos polares se incrementa y, por ende, alcanza antes el 25%. Es más, si se usa aceite viejo con aceite nuevo, aunque sean del mismo tipo, el viejo contamina al nuevo y se acelera de igual modo su degradación.

En conclusión, se puede reutilizar el aceite sin problemas si hemos usado una gran cantidad para freir una comida, pero hay que tener en cuenta varias cosas, como la necesidad de filtrar el aceite usado y de guardarlo tapado y en un lugar oscuro. De esta manera, la luz no lo oxida y tarda más en degradarse. Si se guarda de esta manera, se puede reutilizar varias veces, aunque nunca superando las 30 horas de fritura.