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La Guardia Civil destruirá 19.600 jamones que se vendían como ibéricos y no lo eran

Los agentes del Seprona han detenido a una persona por fraude alimentario en una operación con siete empresas implicadas y otras nueve personas investigadas.

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La Guardia Civil destruirá 19.600 jamones que se vendían como ibéricos y no lo eran.

La Guardia Civil ha decidido que va a destruir un total de 19.600 jamones al haber descubierto que se estaban comercializando como si fueran jamones ibéricos aunque realmente no lo eran, algo que es ilegal. Además de no ser ibéricos, tampoco habían pasado controles sanitarios ni habían sido etiquetados. De momento, la operación ha dejado un detenido, aunque hay nueve personas más que están siendo investigadas.

Este fraude alimentario ha sido descubierto gracias a una operación conjunta llevada a cabo por la Guardia Civil junto a los veterinarios del Servicio Extremeño de Salud (SES). En la investigación hay un total de siete empresas implicadas, repartirdas entre las provincias de Badajoz, Madrid, Murcia y Salamanca. Además de los 19.600 jamones, hay casi 10.000 piezas más que se han inmovilizado, sumando entre todas un valor de más de un millón de euros.

16 toneladas de moluscos, incautados

No es la primera vez que sucede algo así en España. Hace meses, los agentes del Seprona de la Guardia Civil de Huelva inmovilizaron 16 toneladas de moluscos que procedían del marisqueo ilegal. Esta operación, denominada 'Cardiiade', llevó a las autoridades hasta un presunto grupo criminal que se dedicaba a la pesca ilegal de moluscos para luego comercializarlos.

El grupo fue desarticulado y los agentes detuvieron a cuatro personas, las cuales fueron acusadas de cometer delitos contra la salud pública y falsificación documental. Además, cinco personas jurídicas y otras cinco personas físicas, residentes en distintas provincias de Andalucía, fueron investigadas.

La operación 'Cardiiade' se inició con el objetivo de combatir el marisqueo ilegal de moluscos bivalvos vivos. Estos animales llegaban a España desde diferentes países y eran vendidos en diferentes puntos del país y de Europa. En su mayoría, los moluscos llegaban desde Portugal y eran capturados en zonas prohibidas por mariscadores ilegales.