Se disfraza de la reina Isabel II y recibe una carta de la realeza

Katelyn Sutherland recogió de su buzón la carta más sorprendente de su historia el pasado 27 de diciembre. No obstante, en el nombre del destinatario aparecía otro: Jalayne, su hija. El remitente, la Casa de Windsor; es decir, la Familia Real británica. "Estaba mezclado con nuestro otro correo, tuve que calmarme y asegurarme de no romper el sobre", aseguraba la madre de la niña a CNN tras ver el sello real en el sobre.

El motivo del envío de esa carta venía de mucho antes, concretamente del día de Halloween. La pequeña Jalayne se disfrazó con las mismas vestimentas que la reina Isabel II para celebrar esta fiesta, combinando la chaqueta y el sombrero azules típicos de la monarca y hasta con una peluca blanca y un collar de perlas. Así, a sus dos años, se convirtió por un día en la reina de Reino Unido.

Casi dos meses después, Jalayne abrió la carta junto a su madre: "Su majestad pensó que era amable de su parte escribirle, y la reina se alegró de ver la fotografía de su hija, Jalayne, con su espléndido atuendo", rezaba la misiva, firmada por Mary Morrison, dama de honor y asistente personal de la corte.

Sin embargo, la pequeña Jalayne no será consciente hasta dentro de unos años de la importancia de la noticia, ya que ahora es muy pequeña para comprender el calado de haber recibido esa carta. A pesar de ello, su madre Katelyn trató de explicárselo, la puso el sombrero que usó para el disfraz y comenzaron a bailar emocionadas.

Al otro lado del charco

La idea que hizo viral a la pequeña y que estas navidades ha vuelto a hacerla tendencia tras recibir el escrito se inspira en el vínculo que tiene con sus dos perros, dos cachorros corgis, la misma raza que la de las mascotas de la reina Isabel II. "Desde que nació Jalayne, los dos corgis han sido sus mejores amigos, especialmente desde que comenzó a comer y llevarles comida a escondidas, la amaban aún más", explica su madre.

Tras compartir la foto en Facebook, sus allegados animaron a esta familia del estado de Kentucky (Estados Unidos), a enviársela a la Familia Real británica. Katelyn les hizo caso, imprimió la foto y la metió en un sobre que cruzó el charco hasta llegar a la Casa de Windsor. "¡Nunca podré superar esto!", concluye Katelyn pensando en el disfraz del próximo año.