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"Tengo muchas ganas de fastidiar a los no vacunados"

"No voy a meterlos en prisión, pero hay que decirles: a partir del 15 de enero, ya no podréis ir a un restaurante, no podréis tomar una copa ni ir al teatro, no podréis ir al cine…"

CHRISTIAN HARTMANN

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no quiere que la vacunación sea obligatoria, pero sí quiere compensar el esfuerzo que hacen los vacunados por cuidarse y cuidar a los demás. Y es que el Parlamento debate un "pasaporte de vacunación" por el cual las personas no vacunadas ya no tendrán acceso a las actividades de ocio ni a los restaurantes y bares.

Ante la oleada de casos, el presidente Emmanuel Macron declaró el martes en una entrevista con el diario Le Parisien que iba a "fastidiar" a los no vacunados "hasta el final", limitando su acceso a actividades de la vida social.

La importancia de las palabras

Precisamente en sus redes sociales, el lema "todos vacunados, todos protegidos" cobra protagonismo. La respuesta a la entrevista de Macron tiene que ver con cómo se ha expresado.

El controvertido verbo francés utilizado por el jefe del Estado, "emmerder", es muy coloquial y, según el contexto, puede traducirse también por cabrear, hacer la vida imposible o joder.

"¿Voy a forzar a la gente a que se vacune? ¿Voy a encarcelarlos y luego a vacunarlos?" El presidente francés recuerda que en los hospitales llegan sobre todo enfermos de covid que no han querido vacunarse y eso tiene consecuencias también sobre otros pacientes y genera un sentimiento en la población contra ellos.

"Un irresponsable ya no es un ciudadano"

Por eso carga contra "la inmensa falta moral" de quienes se oponen a la vacuna ya que "vienen a menoscabar la solidez de una nación. Cuando mi libertad viene a amenazar la de los demás, me convierto en un irresponsable. Y un irresponsable ya no es un ciudadano".

Situación epidemiológica en Francia

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Europa el aumento de su circulación podría favorecer la aparición de nuevas variantes más peligrosas. Aunque la gravedad de Ómicron parece limitada, está provocando un aumento de las bajas por enfermedad y trastornos en varios sectores, entre ellos el de la sanidad.

En las últimas 24 horas, Francia ha batido un nuevo récord de contagios, 271.686 nuevos infectados, y una tasa de incidencia acumulada en siete días que se disparó a 1.850 casos por cada 100.000 habitantes.

Hay unos 5 millones de adultos no vacunados en el país, este martes se constató también un incremento de las hospitalizaciones, que pasaron de 19.606 el lunes a 20.186 el martes.