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Contrata una tarjeta de 60 euros al mes y ahora debe 130.000

Una joven de Vigo ha sido víctima de una presunta estafa cuando un comercial se presentó a su oficina. Además, reconoce que se encuentra "en la quiebra".

Mike Ellis

Nunca se imaginaría una joven de Vigo, bajo el alias P.S.M, que le podría cambiar la vida por ser víctima de una presunta estafa financiera dirigida por una entidad, que la obligaría posteriormente a devolver más de 130.000 euros. Ahora mismo, asegura que "está en quiebra" y que poco a poco "sale a flote" gracias a la ayuda de su abogada Annie Buquet, especializada en este tipo de fraudes.

Esta historia data de hace diez años cuando un comercial bancario de la entidad de Citibank se dirigió a una oficina, donde la víctima trabajaba, y ofertó a los trabajadores una tarjeta del banco, cuyo límite de gasto era de 6.000 euros y los clientes podrían pagar una serie de compras o imprevistos que ellos necesitasen, sin necesidad de renovación. Una idea que llamó la atención a esta joven ya que la cuota mensual de ese producto oscilaba los 60 euros.

Cuando el límite de gasto de la tarjeta empezó a subir por órdenes del banco, se dio cuenta de que algo no iba a salir bien porque no podía hacer frente a los pagos estipulados. "A mí me dieron de límite de gastos 6.000 euros y luego me lo fueron subiendo. Como no podía pagar pedía otro préstamo para cubrir la anterior, me di cuenta de que nunca iba a saldar la deuda porque iba subiendo cada vez más", explica la afectada.

Además, asegura que solo utilizaba la tarjeta para cubrir necesidades básicas, como la compra de comida o ropa, pero que nunca se imaginaría deber tanto dinero. "Yo usaba la tarjeta simplemente para vivir, pagar la comida o ropa. He llegado a firmar 31 contratos con 16 entidades financieras que te ofrecen préstamos fáciles. Ahora tengo un agujero de 130.700 euros", reconoce.

¿Cómo se denomina esta presunta estafa financiera?

Annie Buquet, abogada de la joven y especialista en este tipo de casos, denominado stalking, conocido como continuas conductas de acoso dirigido por empresas para la reclamación de un determinado servicio contratado con la marca.

Del mismo modo, asegura que como S.P.M hay por lo menos 20 personas que se han sumergido en esta mala praxis financiera. "Tenemos un montón de clientes en la misma situación, por lo menos 20. Soy especialista en la segunda oportunidad para intentar salvar de la ruina a muchos ciudadanos que han caído en la trampa. Es un sobreendeudamiento porque cuando van a devolver el dinero que han recibido no pueden hacerlo", cuenta Buquet.

Sin embargo, la joven afectada no podía hacer frente a los pagos, por lo que decidió en 2019 dejar de abonar el dinero estipulado a las entidades financieras con las que tenía contrato. El motivo de este desplante propiciaría una presión constante del banco para la devolución del dinero solicitado. "De ocho de la mañana a diez de la noche me llamaban continuamente. En un día llegue a tener 75 llamadas. Te presionan para que pagues", reconoce.