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Nueva Zelanda prohíbe la venta de tabaco a las nuevas generaciones

El gobierno neozelandés ha comunicado, además de otras restricciones, que aquellos que tengan 14 años o menos jamás podrán comprar tabaco de manera legal.

Nueva Zelanda ha puesto cerco al tabaco con su Plan de Acción Smokefree Aotearoa 2025, una iniciativa que ha comunicado este jueves el Gobierno neozelandés y que prohíbe fumar a las futuras generaciones. Toda aquella persona que tenga actualmente 14 años o menos; es decir, los nacidos a partir de 2007, nunca podrán comprar tabaco legalmente en el país de Oceanía.

El objetivo de este plan es eliminar poco a poco el consumo de tabaco durante los próximos años, con el fin de que Nueva Zelanda se convierta en un país "libre de humo", tal y como ha expresado el Gobierno. Se estima que, con estas restricciones, la prevalencia del tabaquismo diario caerá hasta el 5% en todos los grupos de población en 2025.

"Queremos asegurarnos de que los jóvenes no empiecen a fumar nunca, por lo que consideraremos un delito la venta o el suministro de productos del tabaco a las nuevas generaciones de jóvenes", ha indicado Ayesha Verral, ministra adjunta de Sanidad, que recalca que las personas que tengan 14 años o menos en el momento de entrada en vigor de la nueva ley jamás podrán comprar tabaco legalmente.

Miedo al mercado negro

Además de esta medida, Verral ha señalado que se reducirá "el atractivo, el poder adictivo y la disponibilidad de los productos de tabaco". Por ello, solo se podrán poner a la venta cigarrillos con un nivel muy bajo de nicotina y se reducirá el número de tiendas que tengan permiso para vender tabaco. Estos cambios, sin embargo, no entrarán inmediatamente en vigor para dar tiempo a los distribuidores para afrontar "la transición a un nuevo modelo de negocio".

"Es un día histórico para la salud de nuestro pueblo", ha asegurado la ministra, a la vez que ha explicado que son conscientes de que "es muy difícil dejar el hábito y es comprensible que las personas que fuman necesiten mucho apoyo antes de que estos cambios entren en vigor". No obstante, los expertos se han mostrado escépticos ante estas medidas, ya que consideran que esto puede llevar a la quiebra a los propietarios de las tiendas y alimentar un mercado negro no regulado.