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¿Qué pasa si no cierro una cuenta corriente abandonada y cuándo se queda Hacienda el dinero?

El Banco de España considera legalmente "abandonada" una cuenta cuando pasan 20 años desde la última operación. Tras ello, el dinero pasa a ser de Hacienda.

EFE

Es una situación habitual que se da con más frecuencia de lo que parece, y sus consecuencias pueden ser graves para los afectados. Es posible que, cuando aún no tenemos la edad legal para abrirnos una cuenta bancaria, sean nuestros familiares quienes la abran a nuestro nombre, siempre bajo su aprobación. Una cuenta que, con el paso del tiempo, corre el riesgo de quedarse olvidada cuando nos vamos haciendo mayores y, por una u otra causa, nos hacemos clientes de otro banco.

El problema llega en aquellos casos en que la cuenta no llega a cerrarse por completo. En dicho caso, Hacienda se puede quedar con el dinero que haya en ella (de haberlo). Es a partir de los 20 años tras la última operación cuando las entidades bancarias consideran que la cuenta está abandonada. ¿Qué pasa entonces? Así lo explica el Banco de España. "Una cuenta se considerará legalmente abandonada después de 20 años sin que el titular haga ningún movimiento en la misma. El dinero existente pasaría entonces a ser propiedad del Estado".

Queda así reflejado en la Ley 33/2003 del Patrimonio del Estado, que en su artículo 18 establece lo siguiente. "Corresponden a la Administración General del Estado los valores, dinero y demás bienes muebles depositados en la Caja General de Depósitos y en entidades de crédito, sociedades o agencias de valores o cualesquiera otras entidades financieras, así como los saldos de cuentas corrientes, libretas de ahorro u otros instrumentos similares abiertos en estos establecimientos, respecto de los cuales no se haya practicado gestión alguna por los interesados que implique el ejercicio de su derecho de propiedad en el plazo de 20 años".

Recaudación millonaria

Contrariamente a lo que se pueda pensar, la realidad es que son muchas las cuentas que se quedan en esta situación de abandono cada año. Algo que suele ocurrir, según apunta BBVA, "cuando el titular de la cuenta fallece o cuando ha tenido un problema grave", siendo menos habitual que el cliente se olvide de esa cuenta.

La magnitud de estas cuentas 'fantasma' se ve mejor en cifras: de acuerdo con la Agencia EFE, en el año 2019 el Ministerio de Hacienda recaudó hasta 12,57 millones de euros con origen en cuentas bancarias inactivas. No fue un caso único, pues en 2018 se recaudaron 11,13 millones y en 2017 11, 25 millones.

Antes de llegar a esta situación, el banco notifica por correo certificado a los clientes con tres meses de antelación. No obstante, solo lo hará cuando la cantidad que haya en la cuenta supere el coste del envío: en los casos de cantidades pequeñas no se enviará notificación. Además, otro 'problema' es que la carta se envía al último domicilio conocido por el banco, por lo que existe el riesgo de haber cambiado de vivienda sin hacérselo saber a la entidad. En caso de no ser recibida, se publicará en el BOE un anuncio con un plazo par reclamar el saldo de la cuenta o la titularidad (en el caso de los herederos). Tras dicho plazo, pasaría a Hacienda.

Inactiva no es lo mismo que cancelada

Una cosa muy importante que debemos conocer es que dejar una cuenta abandonada a su suerte no significa que esté cancelada, como tampoco el hecho de dejarla sin saldo. El banco no la cerrará hasta que no lo solicitemos expresamente. Y es además un riesgo por las comisiones que se cobran, lo que podría dejar la cuenta en números rojos.

El Banco de España considera el cobro de comisiones por descubierto como una mala práctica, cuando esta se hubiera producido precisamente por el cobro de comisiones de mantenimiento. "El cliente no ha usado ese dinero y la entidad no ha prestado un servicio real al cliente que motive el cobro de comisión alguna", señalan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).