¿Por qué las torres blancas de Madrid no son blancas?

El edificio de viviendas bautizado como Torres Blancas, autoría del arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza, se terminó de construir en 1969, cuenta con 23 plantas y en su interior alberga viviendas, oficinas, un restaurante y una piscina.

El nombre no es en absoluto representativo de lo que muestra la obra, debido a que se le adjudicó cuando era un proyecto sobre planos. En principio se pensó un proyecto que contaría con 2 torres, revestidas con hormigón y polvo de mármol, lo que las dotaría de ese color blanco que registra en su nomenclatura. Al final, esas 2 torres blancas acabaron siendo una única torre de color grisáceo.

Un edificio con morfología orgánica

Este edificio, situado a la entrada de Madrid por la A-2, se encuentra en la calle Corazón de María número 2, en la esquina con Avenida de América número 37. Su morfología recuerda a la que puede tener un árbol, con una distribución inspirada en el crecimiento de seres orgánicos. El resultado fue una estructura levantada verticalmente con escaleras, ascensores e instalaciones, como si fueran los vasos leñosos de una planta. Los elementos como miradores y terrazas curvas con núcleos de jardines y agrupadas como si fueran hojas y ramificaciones.

Las Torres Blancas puede considerarse la obra cúspide de Sáenz de Oiza, sintetizando una corriente arquitectónica como es el organicismo, sobre una estructura de hormigón, como inspiraba Le Corbusier con su conocidísimo 'Estilo Internacional'.

Las Torres Blancas por dentro

Los interiores del edificio muestran el gran lujo y modernidad que presentaba esta construcción a principios de los 70. Las formas cilíndricas y volúmenes irregulares son las dos señas más representativas del alto standing en cuanto a las viviendas de aquella época. Durante sus 5 décadas, el edificio ha sido habitado por grandes celebridades de la sociedad española.