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¿Qué es la fase explosiva de un volcán, cuál es su significado y qué puede pasar?

Las vibraciones producidas por los fluidos del interior del volcán provocan vibraciones en las paredes del volcán que son recogidas por los sismómetros.

Ramón de la Rocha

El volcán de Cumbre Vieja que entró en erupción hace pocos días en La Palma continúa expulsando lava. Según el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), la erupción puede durar entre 24 y 84 días, y de momento ha destruido 320 inmuebles, ha provocado el desalojo de 5.700 personas y la lava ya alcanza los 12 metros de altura en algunos puntos de la isla.

Hasta ahora, la lava ha arrasado 154 hectáreas, mientras que la actividad sísmica en la isla de La Palma sigue creciendo. De esta forma, Involcan ha informado de que las erupciones se encuentran en una fase más explosiva en su fisura principal. ¿Qué quiere decir esto?

Vibraciones en el interior del volcán

El tremor volcánico son vibraciones producidas por los fluidos (magma, gases, agua y cenizas) que hay dentro del volcán. Cuando estos fluidos pasan por las fisuras o grietas, hacen vibrar las paredes y provocan energía en forma de ondas sísmicas. Estas vibraciones pueden durar minutos, horas o incluso días. Es decir, los choques de los fluidos contra las paredes interiores del volcán producen ondas sísmicas, que detectan los sismómetros, según 20 minutos.

Ahora bien, se está registrando un aumento del tremor volcánico en las últimas horas, según informó ayer Involcan en su cuenta de Twitter. "La Red Sísmica Canaria está registrando desde las últimas 4 horas un fuerte incremento en la amplitud del tremor volcánico que es una indicador de la intensidad de la actividad explosiva estromboliana en las bocas activas en este momento".

Explosiones por intervalos

Por otro lado, la erupción estromboliana a la que señala Involcan indica que las explosiones se producen en intervalos, es decir, separados por períodos de calma cuya duración puede variar. Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el incremento de la actividad explosiva supone una mayor liberación de energía, pero no un incremento del peligro.

Según declaró a la televisión Canaria Carmen López, directora del Observatorio Geofísico del IGN, el gas salió de forma "bastante rápida al principio", hecho que calificó como "típico y normal", si bien "ha cambiado el tipo de actividad". "Hoy estamos viendo un ascenso más lento que permite a los gases concentrarse y explotar", concluyó.