El dueño de un estanco roba un premio de 500.000 euros y le detienen de camino a Canarias

El dueño de una administración de lotería de la ciudad de Nápoles fue detenido este domingo en el aeropuerto de Roma cuando se disponía a viajar a la isla canaria de Fuerteventura. El propietario del estanco está acusado de ser el presunto autor de un robo de un boleto de lotería premiado con más de 500.000 euros. En el momento del arresto no llevaba el billete entre sus pertenencias.

El presunto robo sucedió el pasado viernes cuando una anciana compró dos boletos del conocido sorteo como 'Rasca y gana', un juego en el que de forma instantánea sabes si has ganado o no. Uno de ellos resultó ser premiado con más de 500.000 euros, ante el asombro de la señora, que rápidamente regresó al local de venta para confirmar que efectivamente había ganado tan generosa cantidad.

Sin embargo, la alegría y el éxito le duró un instante. Tan pronto el lotero vio cómo el boleto tenía semejante premio, salió corriendo y huyó en moto del lugar, ante el asombro y la sorpresa de la perjudicada, que lo único que pudo hacer es denunciar el caso ante la Policía.

Denuncia y bloqueo del cobro del premio

Tras tener conocimiento de la sustracción del boleto, la agencia organizadora de este premio bloqueó el cobro de este premio para evitar que el presunto ladrón pudiera obtenerlo en otra administración de lotería.

Al tiempo que se bloqueaba el cobro de los premios, los agentes policiales actuaban para tratar de localizar al dueño napolitano. Gracias a que éste había usado su teléfono para comprobar el premio del 'rasca y gana' ha sido posible observar sus últimos movimientos y por tanto avistarlo en el aeropuerto de la capital, cuando estaba a punto de huir hacia Canarias.

"Es la primera vez que nos pasa esto, pero los sistemas informáticos que hemos desarrollado han funcionado a la perfección", cuenta el director general de la Agencia de Aduanas y Monopolio, Marcello Minenna, al medio italiano Il Giorno. Ahora, tras la detención, falta por localizar el boleto y devolvérselo a la premiada. Será en ese momento cuando pueda volver a sonreír tras el susto.