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Adiós a la gasolina con plomo

Esta medida permitirá salvar cada año 1,2 millones de vidas y ahorrar una cifra superior a los 2 billones de euros.

Tal y como ha anunciado este lunes el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA), la gasolina con plomo ya no se utiliza en ningún país del mundo. Esta medida permitirá salvar cada año 1,2 millones de vidas y ahorrar una cifra superior a los 2,4 billones de dólares (más de 2 billones de euros).

De acuerdo con la información del PNUMA, el último territorio en agotar sus reservas ha sido Argelia. Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, celebra que ya no se vaya a usar más este combustible: "El éxito en la campaña de prohibición de la gasolina con plomo es un hito para la salud en el mundo y para el medioambiente".

Presencia en muchos países

Hasta hace poco más de 20 años, la gasolina con plomo continuaba presente en más de 100 países, pese a que los científicos habían advertido que era causa de muertes prematuras, efectos perjudiciales para la salud y la contaminación del aire y los suelos. El primer aviso llegó en 1924, cuando cinco trabajadores de una refinería de Nueva Jersey (Estados Unidos) murieron tras sufrir convulsiones.

Casi toda la gasolina que se vendía hasta los años 70 contenía plomo, y el PNUMA lanzó una campaña para su erradicación en 2002. Naciones como China, India o Estados Unidos dejaron de usarla, aunque su presencia todavía era habitual en países desfavorecidos.

Ahora, la supresión de este combustible "evitará más de 1,2 millones de muertes prematuras al año, aumentará el cociente intelectual de los niños, permitirá ahorrar 2,4 billones de dólares a la economía mundial y reducirá la tasa de criminalidad", afirma el PNUMA.

Reducción

Este organismo también recuerda que el uso de combustibles fósiles debe reducirse: "El sector del transporte es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero relacionadas con la energía, y aumentará un tercio de aquí a 2050".

"Esto incluye millones de vehículos de ocasión de mala calidad exportados desde Europa, Estados Unidos y Japón hacia países con ingresos medios o bajos. Lo que contribuye al calentamiento global y a la contaminación del aire, y puede potencialmente provocar accidentes", precisa el PNUMA.