Prestación por desempleo con hijo a cargo: requisitos, cuánto se cobra y cómo solicitar en el SEPE

La inestabilidad laboral tras la pandemia es más fuerte que en otros tiempos. Muchas personas se han visto en ERTE durante varios meses, y los que menos suerte han tenido se han visto en paro. La lenta recuperación debido a las nuevas variantes y la sucesión de olas de contagios ha hecho que muchas personas hayan agotado su prestación por desempleo. Si a esto le añadimos que tenemos a personas a nuestro cargo en casa, las necesidades de obtener ingresos son mayores.

Para las personas que estén en paro y hayan agotado su correspondiente prestación por desempleo, se puede solicitar en el SEPE el subsidio por desempleo con cargas familiares. Se trata de un subsidio que se pone a disposición a las personas en paro que tengan un hijo menor de 26 años, cónyuge o hijos incapacitados a su cargo.

Aparte de tener a personas a nuestro cargo, para poder solicitar esta ayuda es necesario haber agotado la prestación por desempleo, así como estar dado de alta como demandante de empleo, es decir, que cada tres meses debemos acudir a sellar el DARDE. Además, para poder beneficiarnos de esta ayuda nuestra renta no podrá ser mayor al 75% del Salario Mínimo Interprofesional.

La cantidad a cobrar por esta ayuda es de 430 euros mensuales, aunque no se trata de una cuota fija. En caso de que nuestro último contrato sea de media jornada, nos corresponde el 50% de esta ayuda, es decir, 215 euros. Para solicitar esta ayuda podremos acudir a la oficina del SEPE o tramitarlo a través de la Sede Electrónica.

Prestación por hijo o menor a cargo

Existen otras prestaciones a la que podemos optar si tenemos hijos o menores acogidos a nuestro cargo. Es una prestación familiar no contributiva que consiste en una asignación económica que se reconoce por cada hijo menor de 18 años o mayor afectado por una discapacidad igual o superior al 65%, así como por menores acogidos. Se trata de una ayuda de 341 euros al año por cada hijo, aunque esta ayuda será sustituida progresivamente por el Ingreso Mínimo Vital, que dotará de más ventajas a las familias con pocos ingresos.