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El 'efecto pluma y cohete' o por qué tardamos en notar la caída de los precios del petróleo

Las buenas expectativas de movilidad para el verano se notarán con la subida del precio del barril, pero cuando baja cuesta más notarlo.

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Tras marcar mínimos históricos en abril de 2020 a causa de la pandemia, el precio del petróleo ha ido en un ascenso meteórico desde entonces. Además, las previsiones de recuperación económica gracias a la vacuna han hecho que desde noviembre el precio del barril se dispare.

Durante el último año y medio hemos visto comprometida nuestra movilidad, y gracias a la eficacia de las vacunas, este verano se prevé que se recuperen los viajes prepandemia. Sin embargo, los hábitos de desplazamiento cambiarán, y el uso de vehículos privados será mayor, y por ello notaremos la subida del precio del petróleo directamente de nuestro bolsillo.

El 'efecto pluma y cohete'

La propia Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) denomina efecto 'pluma' y 'cohete' a las fluctuaciones que se producen en el precio del petróleo. Según la CNMC, cuando los precios bajan lo hacen como una pluma, pues los consumidores tardan mucho en notar el descenso del precio, mientras que cuando suben, lo hacen como un cohete, y en pocas semanas es más que evidente el aumento del coste de llenar nuestro depósito.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denuncia que en abril de 2020 los precios bajaron hasta el 1,07€ para la gasolina y a 0,98€ para el diésel, pero que, sin embargo, la velocidad de bajada en las gasolineras fue mucho menor, y se cortó de raíz cuando se empezó a reactivar poco a poco la economía y con ello subió el precio del petróleo.

La OCU mantiene que, sin embargo, la velocidad ha sido mucho mayor a la hora de subir el precio, sobre todo desde noviembre. En febrero, el precio de la gasolina se situaba en 1,27€ y el del diésel en 1,15€, y según datos de 'ElEspañol', a inicios de julio el precio estaba en 1,38€ y 1,25€ respectivamente.

La OCU ya desde febrero instó a la CNMC a investigar el alza de los carburantes y a tomar "medidas necesarias para evitar el efecto pluma y cohete en los precios que perjudica al bolsillo de los consumidores", pues avisaba de que la subida de precio del barril de petróleo podría suponer un sobrecoste de entre 180 y 210 euros al año.