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"Amenaza radiológica inminente en China"

Estados Unidos sigue de cerca la situación en una planta nuclear de China, después de que una empresa que controla parte de la central diera el aviso.

PETER PARKS

El Gobierno de Estados Unidos se encuentra con la mirada puesta en una planta de energía nuclear de China, después de que ésta presentara una fuga. El país norteamericano está evaluando el informe, después de que la compañía (de origen francés) que controla parte de la central advirtiera de una "amenaza radiológica inminente", informa la CNN.

Dicha empresa advertía de que la autoridad de seguridad china estaba elevando los límites aceptables para la detección de radiación fuera de la central nuclear de Taishan, en la provincia de Guandgdong, con el fin de evitar tener que cerrarla.

La compañía francesa, de esta forma, alertaba al Departamento de Estado de a través de una carta, a la que ha tenido acceso CNN. No obstante, la administración de Joe Biden no considera todavía que haya un "nivel de crisis" por el que actuar.

Intervención de Estados Unidos

Así pues, los funcionarios estadounidenses rebajan la alerta de Framatome, la compañía francesa encargada de dar el aviso. Consideran que la situación no es una amenaza grave para la seguridad de los trabajadores de la planta ni para la población general del país.

"Según los datos disponibles, la planta está operando dentro de los parámetros de seguridad. Nuestro equipo está trabajando con expertos relevantes para evaluar la situación y proponer soluciones para abordar cualquier problema potencial", informó la compañía en un comunicado.

Sin embargo, según destaca el citado medio, resulta extraño que una empresa extranjera se ponga en contacto con Estados Unidos mientras su socio chino todavía no ha reconocido siquiera el problema. Esto, aseguran, podría poner en una posición complicada al país de las barras y estrellas en caso de que la fuga se agrave.

Pese a no considerarla como una amenaza grave, la Administración de Joe Biden mantuvo varias reuniones con el Consejo de Seguridad Nacional para seguir de cerca la situación, además de mantener conversaciones con los gobiernos francés y chino.