Con el fin de limitar al máximo los contagios de coronavirus, Reino Unido impuso fuertes restricciones, entre las que se encontraban el cierre de bares y restaurantes. Durante tres meses han estado cerrados a cal y canto hasta que la situación epidemiológica ha permitido su reapertura, toda vez que más del 51% de la población ha recibido al menos una dosis.

Los casos han ido bajando, la economía se ha ido abriendo y, como consecuencia indirecta, las reservas de cerveza en el país se han agotado. Según informa Financial Times, el stock de esta bebida a base de cebada está bajo mínimos una vez que se han reabierto los bares y restaurantes.

Esta situación ha llevado a los establecimientos a solicitar mayores pedidos a las compañías, que a su vez han tenido que acelerar la productividad pada poder atender al incremento de la demanda en Reino Unido. "Los proveedores no pueden moverse lo suficientemente rápido para mantenerse al día", asegura Phil Urban, director ejecutivo de Mitchells & Butlers, el grupo de pubs más grande del país.

Budweiser y Heineken, sorprendidas

Concretamente, las ventas en los pubs durante la primera semana se incrementaron en un 12% respecto a los niveles de 2019, según Oxford Market Watch. Todo ello a pesar de las restricciones de aforo, que permiten únicamente el 40% respecto al habitual en los interiores de los locales.

"La realidad superó nuestras expectativas en más de tres veces, nadie esperaba eso. Hay un primer momento de euforia que está sucediendo ahora, creemos que podría durar hasta que se levanten por completo las restricciones", apunta Jean-David Thumelaire, director de ventas de Budweiser Group para Reino Unido e Irlanda. En los mismos términos se expresaron desde Heineken, compañía que a través de un comunicado aseguró estar "trabajando duro en una solución para satisfacer la demanda. Todas nuestras fábricas están trabajando en la elaboración de cerveza y estamos en contacto con otras fábricas en Europa para importar cerveza adicional a Reino Unido".