La COVID-19 está causando estragos en la India, devastando al país por completo. Si bien hasta el pasado mes de febrero la situación parecía controlada, en las últimas semanas la situación se ha vuelto a disparar con la llegada de la segunda ola. Hay falta de material, de recursos, la gente muere en las colas en los hospitales, sin camas, con crematorios llenos de fallecidos, e incluso una nueva mutación.

Todo esto ha pillado en el estado de Goa al técnico español Juan Ferrando (Barcelona, 1981), que tenía que dirigir este pasado jueves a su equipo, el Football Club Goa de la Superliga de India, en la última jornada de la fase de grupos de la AFC Champions League contra el Al-Wahda de Emiratos Árabes, siendo el primer equipo del país en disputarla. Allí se había creado una burbuja, de manera que no podían salir de los hoteles, pero este miércoles fue sacado de urgencia de la rueda de prensa previa al partido rumbo a España junto a su preparador físico y otros jugadores españoles de la plantilla. Ferrando cuenta a AS esas frenéticas 48 horas y cómo ha visto él la situación epidemiológica del país.

¿Dónde se encuentra actualmente dentro de ese viaje de regreso? ¿Cómo han sido sus últimas 48 horas?

Estaba en París y estamos a la espera de llegar a Barcelona (jueves por la tarde, cuando fue realizada la entrevista). En principio la idea era jugar hoy (ayer) el partido de la última jornada de la Champions y estar unos días organizando la próxima temporada, memorias y tal. Y sí que se estaba comentando que en Goa iba a haber unas elecciones el 2 de mayo y que después era posible que hubiera una cuarentena o un confinamiento porque estaban aumentando los casos. Bueno, pues sin más, cuando se acabe el partido pues ya cogeremos un vuelo entre el 30 de abril y el 2 de mayo y ya nos vamos. Entonces cogemos el taxi del hotel a la sala de prensa, del hotel que es una miniburbuja donde estamos los jugadores y el cuerpo técnico sin contactos con nadie para evitar contagios. Cojo el taxi, que hay una hora y cuarto aproximadamente hasta el campo. Me desplazo normal con el jefe de prensa, llego a las 12 horas del mediodía, empieza la rueda de prensa y a los diez minutos me dicen que me tengo que ir ya.

Entiendo que la situación era complicada, llego al hotel a las 13, a las 13:30 tenía el taxi al aeropuerto y a las 14 el último vuelo que salía de Goa. Pudimos llegar por los pelos a Nueva Delhi, y estuvimos esperando hasta las 1:15 de la mañana, junto con los jugadores españoles Iván González, Edu Bedia, Jorge Ortíz, un jugador australiano (James Donachie) y el preparador físico Javier González. Pudimos salir del país y nos hemos salvado por los pelos.

Cuando le comentan que tienen que irse, ¿nadie más del club se pone en contacto con usted?

Me lo comenta el jefe de prensa, y mientras cojo las cosas del hotel en esos diez minutos hablo con el director deportivo, que me explica la situación. La gente del cuerpo médico y del cuerpo técnico nos despedimos rápidamente con los jugadores. No teníamos tiempo que perder. El vuelo era a las 14 horas y tenía que coger el taxi a las 13:10. Imagínate lo que es hacer una maleta de ocho meses en ocho minutos. Rápidamente haces la maleta sin saber exactamente qué está pasando. Sabes que hay una situación muy complicada, pero no exactamente si te vas a quedar encerrado, o el caos que se puede generar si no sales en ese momento.

Y el partido al final se ha disputado sin vosotros…

Sí, quedaba solo una jornada. Pensaba que se iba a cancelar todo, porque el ‘lockdown’ es para todo el mundo, incluso para el Al-Wahda, Al-Rayyan y Persépolis. Entiendo que debe haber algún tipo de registro dentro de la Champions que les permita estar en el hotel hasta la noche, y cuando acabe volar a su país de origen.

Usted estaba en Goa, ha pasado ahora para viajar por Nueva Delhi, ¿cómo describiría la situación?

Es una situación de caos. Nosotros hemos tenido la suerte de estar en una burbuja y no te afecta directamente. Nos hacían PCR cada dos días. Pero ves las imágenes o coges el taxi para ir al aeropuerto y ves la situación y te das cuenta de que, si ya de por sí es una ciudad complicada, imagínate en una situación de pandemia. Esperemos que el Gobierno pueda encontrar algo que les haga controlar la situación.

¿Qué imágenes ha visto usted? ¿Qué es lo que más le ha impactado?

En la televisión he visto a gente auxiliando a sus familiares porque les falta oxígeno. Con esas imágenes te quedas un poco impactado de ver a padres, hijos, mujeres, intentándoles salvar las vidas. Los medios también son así y te enseñan esto, que te impacta un poco más. Hay caos en la ciudad porque están los hospitales saturados.

Acabó el confinamiento, se abrieron restaurantes y centros comerciales, ¿cree que ha habido relajación en el país? ¿Por qué cree que se ha producido un cambio tan brusco y acelerado?

Puede ser, lo hemos comentado. Hubo una temporada de noviembre, diciembre y enero que es allí la temporada de verano. Pero no sé si puede ser por eso o porque realmente falta control, o si porque ha habido otra oleada fuerte como pasó en España o en Europa. Es complicado. Entiendo que si ha pasado es porque ha habido una relajación pero no sabría decir exactamente si fue por el verano porque se abrieron restaurantes.

En los campos nunca ha habido público. Se ha controlado mucho en la Liga y en la Champions a los jugadores, cuerpos técnicos y personas dentro del estadio. Ha habido un control brutal, de nivel de Juegos Olímpicos. Incluso teniendo un control así, yo caí y lo llegué a tener. Si tienes PCR diaria y no tienes contacto con nadie y aun así te contagias, imagínate, si las medidas son menores.

¿Cree entonces que el protocolo en vuestro ámbito ha funcionado?

Fue espectacular. Al final son 12 equipos con 25 jugadores por plantilla. 15 personas por cuerpo técnico. Y solo han aparecido cinco, seis o diez contagios máximo. El control ha sido brutal. Puede ser simplemente que haya estado en alguna rueda de prensa, que tengas el sistema inmunológico más bajo…Es de éxito absoluto.

Usted firma ya en abril-mayo de 2020 en plena pandemia para la campaña que acaba de finalizar. ¿Cómo fue su llegada a la India?

Cuando vas es en el momento de la novedad y está todo muy controlado. Tienes muchas PCR, controles, termómetro, etc. Igual que a la vuelta pero ahora es más tecnológico, con una aplicación informando de qué has hecho. Hice cuarentena de 15 días cuando fui, aislado de manera individual. Todo bastante controlado.

¿Y qué situación se encuentra? ¿No la ve más controlada o menos caótica que ahora?

Goa cuando llego es temporada baja, de no vacaciones. Luego entra la competición y si abren restaurantes o locales yo estaba aislado. Ha sido como en España, que se abrieron restaurantes y aumentaron los casos, puede ser que pasara lo mismo. Cuando yo fui a India estaba la situación peor en España que en India. Intentarán tomar medidas rápidas para que las cosas vayan lo mejor posible.

Ampliar

Allí para disputar la Superliga se toma una decisión novedosa, crear una burbuja. ¿Cómo describiría la situación? ¿Cómo valora la experiencia? Porque al final están tan aislados que no pueden ver a la familia, ni viajar, ni hacer absolutamente nada.

Es complicado. Vives cada día bajo la presión del resultado que has tenido. Estás todos los días juntos entrenando, desayunando, comiendo, cenando. No son tu familia pero lo acaban siendo, las 24 horas, menos para dormir o en tu habitación. Se hace difícil porque imagínate las caras de los convocados, de los que no han jugado, etc. Y luego en el entreno tienes que dar lo máximo y la gente va con agotamiento. Y vas tachando los días para el partido. Las lesiones, el estrés, situaciones emocionales. Ha sido difícil.

Pasando a lo deportivo, han sido en la Champions tres empates y dos derrotas. No se pudo pasar, pero la participación en la competición ya es histórica para el fútbol del país. ¿Qué sensación le deja?

El objetivo, al ser la primera vez que participaba un equipo indio, sumar un punto era como un sueño. Es cierto que tengo gente competitiva que quería hacer algo, pero hemos llegado hasta donde hemos podido. Era muy muy difícil, con el Persépolis que sabíamos que podría ser el primer clasificado, el segundo entre Al-Wahda y Al-Rayyan, y nosotros pelearlo. Nos ha costado lo nuestro, pero contento con el trabajo que han hecho.

Ya todos habéis acabado la Superliga. Ustedes no pudieron al final ganar el título de Liga ni acceder a la final, pero aun así, ¿está contento con la temporada?

Sabíamos que el más fuerte era el ATK Mohun Bagan, y luego el Mumbai, porque tienen presupuestos desorbitados. La primera y segunda plaza eran difíciles, y en las semifinales caemos en penaltis. Valoro el grandísimo trabajo de los futbolistas, tanto los locales como los españoles, que les han ayudado una barbaridad y se han comportado como auténticos profesionales.

Para acabar, ¿qué es lo próximo? ¿Cree que podrá volver a la India? ¿Se quedará ya un tiempo por España?

Es difícil. Vamos a ver primero cómo acaba la situación. Lo importante es la salud, que se controle la situación, ya no solo en la India, sino a nivel mundial. Una vez pase eso ya habrá tiempo de lo futbolístico.