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SUPERLIGA GRIEGA

Juan Ferrando: el final injusto de una trayectoria impecable

El entrenador catalán ha pasado de conseguir dos ascensos consecutivos en Grecia a quedarse sin equipo por culpa de una bacteria que le hizo perder la visión.

Juan Ferrando, entrenador español, durante un partido del Volos NFC.
Superliga griega

Fue coordinador de la escuela de fútbol del Espanyol y el preparador físico de Cesc Fábregas y Robin Van Persie en el Arsenal, pasó por la Cultural y Deportiva Leonesa y el Linares, pero no fue hasta su retorno a Grecia en 2017 cuando Juan Ferrando (Barcelona, 1981) comenzó a hacerse un nombre como entrenador en la élite. El catalán cogió las riendas de un Volos NFC que jugaba en Tercera y, en tan solo dos temporadas, consiguió ascenderlo a la Superliga griega. Era el técnico más longevo del fútbol griego, pero su historia de éxito dio un giro de 180º el pasado mes de diciembre, cuando contrajo una bacteria que le hizo perder la visión.

Desde entonces, la vida de Juan Ferrando es "una mierda". "No puedo hacer nada. Vivo para el tratamiento. Tengo que estar siempre libre para hablar con los doctores, pendiente de las gotas, de estar controlado todo el día. Intento leer o ver la tele, pero no puedo. No puedo hacer nada", detalla. El español comenzó a sentirse mal la primera semana de diciembre, pero no fue hasta el día 8 cuando acudió al hospital: "Me habían dicho que no era nada, pero después de un partido contra el Panathinaikos empecé a ver luces blancas y decidí ir al médico. Allí me dijeron que lo que tenía era más grave y me trasladaron a Larissa. Me dijeron que tenía una bacteria agarrada a las córneas y me llevaron a Salónica, donde estuve otro mes y medio sin mejorar nada".

Harto de esperar y no ver resultados, Juan Ferrando decidió consultar otros especialistas: "Ellos han dado con la medicación, pero pasará un tiempo hasta que pueda estar al 100%". De momento, el español ve "destellos, letras o algunos colores, pero leer, por ejemplo, es inviable". Tampoco puede llevar una vida autónoma: "Si voy a algún sitio que no conozco me tienen que acompañar. Estoy centrado en realizar el tratamiento con el máximo rigor posible. No me han dado fechas, pero los médicos insisten en que haga vida cotidiana en la medida de lo posible".

A pesar de perder la visión, en un primer momento Juan Ferrando intentó dirigir al Volos desde el hospital, llegando a ganar frente al Panionios y cosechar un empate en casa ante al Olympiacos: "Lo intenté hasta el 22 de diciembre, pero empezaron a surgir problemas internos y decidí desligarme". Fue entonces cuando, a pesar de su delicado estado de salud, el español comenzó a recibir ofertas de trabajo: "Hubo un club que disputa competición europea que estuvo muy interesado. La presidenta me dijo que me esperaría y me sentí muy halagado, pero tuve que decir que no. Estamos a finales de enero y sigo igual. Los médicos dicen que internamente hay mejorías, pero sigo incapacitado".

El Volos NFC, club al que Juan Ferrando llevó de Tercera a Primera en tan solo dos temporadas, se preocupó por su salud en un primer momento, después nada. "No me lo tomo mal porque sé que esto es así. Si ganas se portan bien contigo; si pierdes te echan. Pues esto es igual: ¿estás sano y trabajas?, bien; ¿no puedes?, pues fuera. Cuando un jugador se rompe el cruzado también le quitan le ficha. Es Grecia", analiza el español tras viajar al país heleno para recoger el premio a mejor entrenador de la pasada temporada. "Agradezco mucho que reconozcan mi labor, pero por desgracia no puedo trabajar y eso, para mí, es lo peor que hay", sentencia.