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El error común de los conductores en los radares que la DGT castiga con multas de 200 euros

El organismo asegura que no se trata de una iniciativa con fines recaudatorios, sino para evitar que los vehículos vuelvan a acelerar al pasarlos.

Uno de los mayores temores cuando una persona está al volante es recibir alguna multa por cometer una infracción. Por ello, los conductores utilizan todo tipo de trucos para evitar las sanciones, aunque hay uno muy repetido que puede costar muy caro y que puede suponer un desembolso de 200 euros.

Así, cuando un coche se aproxima a una vía urbana, donde el límite está situado a 50 kilómetros por hora, hay una tendencia a pisar el freno para rebajar la velocidad de manera brusca para que el radar no haga una foto de la matrícula. Esta acción también suele repetirse en las autopistas o autovías, donde las indicaciones señalan un tope de 120 kilómetros por hora.

El radar doble

Pero pese a esos intentos, en muchas ocasiones acaba llegando una multa. El motivo de que la estrategia no resulte efectiva se debe a que la Dirección General de Tráfico (DGT) utiliza radares dobles. Es decir, después de pasar el primero, hay otro esperando tras una señal o a un lado de la vía. El objetivo principal es no permitir que los conductores rebasen los límites una vez se pase por delante del radar.

El organismo también emplea otro método para detectar este tipo de infracciones: el radar en cascada. Este mecanismo fue implantado por la Policía Foral de Navarra en febrero de 2020 y ahora también lo ha adoptado la institución que vela por la seguridad en las carreteras españolas.

Evitar aceleraciones

Este sistema consiste en la colocación de un cinemómetro móvil un poco más adelante que el radar fijo. Como es habitual, desde la DGT aseguran que no se trata de una iniciativa con fines recaudatorios, sino para evitar precisamente que los coches y motos vuelvan a acelerar al pasarlos.