ERE en CaixaBank: condiciones, a quiénes afectaría y cuándo podría aplicarse

La dirección de CaixaBank ha anunciado este martes lo que supondrá, en términos laborales, su fusión con Bankia. Así, la compañía pretende hacer un recorte de su plantilla en 8.291 trabajadores, lo que representa el 18,67% de la plantilla en España. Este Expediente de Regulación de Empleo (ERE) también supondrá el cierre de 1.534 oficinas: el 27,2% de la red.

El banco ha dado a conocer la noticia de la dimensión del ERE esta mañana, en una reunión con los representantes sindicales celebrada en un hotel de Madrid. Será, si llega finalmente a producirse, uno de los mayores de la historia en el sector financiero español. Tras la fusión con Bankia, CaixaBank cuenta con 44.400 empleados, sin contar el personal de las filiales, que se quedan fuera de este macroajuste, mientras que las oficinas totales que tiene son 5.639.

Según ha confirmado la sección de UGT de la compañía, el cierre de las oficinas se realizará en función de cinco criterios, a saber: el tamaño del municipio y la competencia bancaria en la plaza, la distancia entre oficinas de Caixa y Bankia, la cuota de presencia y solapamiento de ambas entidades, la necesidad de evitar la exclusión financiera y la potenciación de oficinas de mayor tamaño y especialización.

Las causas del ajuste

La entidad ha esgrimido motivos productivos y organizativos para llevar a cambio este reajuste, principalmente derivados por la fusión del banco con Bankia, así como la persistencia de los tipos de interés negativos y el avance de la digitalización de los clientes.

La cifra comunicada en el día de hoy es ligeramente superior a la esperada por los sindicatos, que esperaban que fuera de entre 7.000 y 8.000 personas las afectadas. La compañía pondrá en marcha un plan para la recolocación que permita encontrar un nuevo trabajo a los afectados que salgan del banco, según han confirmado fuentes de la negociación a EFE.

Cuándo se espera y a quién afectará

Según ha explicado la compañía, se intentará de que las salidas estén basadas en la voluntariedad y que, en caso de no ser posible, se llevarán a cabo mediante criterios de meritocracia, con el fin de mantener el mayor talento posible independientemente de la edad. El objetivo es tener la negociación cerrada a finales del segundo trimestre del año.

Paralelamente, se tratará de reducir los costes aplicando una serie de medidas como la eliminación de pagas por defunción de familiares y de nacimiento de hijos, de ayudas de hijos pasando a ser un complemento personal, y las pagas especiales de 25 y 35 años.