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Bill Gates vuelve a acertar con su predicción sobre las vacunas

Ian Langsdon

Su fundación lleva financiando desde el año 2014 los remedios para la malaria o el VIH basados en tecnología de ARN mensajero.

Desde que comenzó la pandemia, una de las voces más relevantes a la hora de hablar de las vacunas ha sido la de Bill Gates, que a través de su fundación ofreció financiación para investigar y desarrollar remedios contra el patógeno.

Concretamente, el fundador de Microsoft apostó e invirtió por aquellas de ARN mensajero, tecnología que usan las de Pfizer y Moderna. Tal y como explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, son un tipo de fármacos que protegen contra enfermedades infecciosas, pero que no inyectan un virus atenuado o modificado en el cuerpo de una persona sana.

Este tipo de vacunas enseñan a las células a producir una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria en forma de anticuerpos. Estos son los que nos protegen de infecciones si el virus penetra dentro de nuestro organismo.

Ventajas y desventajas

La fundación Bill Gates lleva financiando desde 2014 las vacunas para la malaria o el VIH basadas en ARN mensajero, tal y como ocurre con las del coronavirus: "Es genial que la tecnología ahora permita un progreso sin precedentes en la lucha contra la COVID-19", señaló Gates a través de su blog.

Para el multimillonario, la gran ventaja pasa por la no introducción de un virus atenuado o modificado en una persona. Así, las vacunas de ARN inyectan específicamente el antígeno de un patógeno, o las moléculas que se encuentran en la superficie de un patógeno, en el cuerpo humano, dándole el código genético necesario para replicar y producir ese antígeno.

Al hacerlo, estos nuevos antígenos serán atacados por el sistema inmunológico del cuerpo, que aprenderá a derrotar estas estructuras moleculares si alguna vez se introducen nuevamente en el cuerpo: "Básicamente, convierte su cuerpo en su propia unidad de fabricación de vacunas", afirmó Gates. Asimismo, destacó que se pueden crear más rápido que las convencionales y son más sencillas de producir a gran escala.

Entre sus desventajas, Gates subrayó que no existen muchas fábricas donde se puedan elaborar productos de ARN mensajero y que sus condiciones de almacenamiento complican su distribución entre los países en desarrollo.

Esperanzado con el futuro

En general, se mostró esperanzado con la nueva forma de crear remedios: "Predigo que las vacunas de ARNm serán más rápidas de desarrollar, más fáciles de escalar y más estables de almacenar durante los próximos cinco a diez años. Eso sería un gran avance, tanto para futuras pandemias como para otros desafíos de salud mundial. Las vacunas de ARNm son una plataforma prometedora para enfermedades como el VIH, la tuberculosis y la malaria".

Gates también explicó a través de su blog cómo es el proceso de funcionamiento de las vacunas y lo que se necesita para desarrollar un tratamiento eficaz: "Los candidatos más prometedores adoptan una variedad de enfoques para proteger el cuerpo contra la COVID-19. Para comprender qué significa eso exactamente, es útil recordar cómo funciona el sistema inmunológico humano".