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Hallan una moneda árabe que desvela un misterio pirata del siglo XVII

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El descubrimiento puede explicar la fuga del capitán Henry Every después de un sangriento asalto al barco del poderoso emperador indio Aurangzeb.

Henry Every nunca alcanzó la fama de piratas como Barbanegra o William Kidd. Sin embargo, tuvo un relevante impacto histórico después de asaltar el buque insignia del hombre más rico del mundo en ese momento, el emperador mogol de la India Aurangzeb. En 1695, este pirata inglés saqueó este barco, que transportaba a peregrinos musulmanes desde La Meca hacia la India y se convirtió en el criminal más buscado del mundo. Pero logró eludir a la justica haciéndose pasar por un comerciante de esclavos.

"Es una nueva historia de un crimen casi perfecto", manifiesta en declaraciones a AP Jim Bailey. Ahora, un puñado de monedas desenterradas de un huerto de frutas en una zona rural de Rhode Island (Estados Unidos) y otros rincones aleatorios de Nueva Inglaterra podrá ayudar a descubrir cómo Every se desvaneció sin dejar rastro. El propio Bailey fue quien encontró la primera moneda árabe intacta del siglo XVII en un prado en Middletown. Se trata de una de las monedas más antiguas jamás encontradas en América del Norte.

Así fue el atroz saqueo

El 7 de septiembre de 1695, el barco pirata Fancy, comandado por Every, emboscó y capturó el Ganj-i-Sawai, un barco real propiedad del emperador indio Aurangzeb. A bordo no solo estaban los fieles que regresaban de su peregrinaje, sino también decenas de millones de dólares en oro y plata que pronto desaparecerían junto al pirata inglés, quien cometió uno de los robos más crueles y fructíferos de la historia. Los relatos históricos dicen que los hombres de Every torturaron y mataron a los hombres a bordo del barco indio y violaron a las mujeres antes de escapar a las Bahamas.

La noticia de sus crímenes se difundió rápidamente y el rey Guillermo III de Inglaterra, bajo la enorme presión de una India escandalizada y el gigante comercial de la Compañía de las Indias Orientales, puso una gran recompensa por sus cabezas. "Todo el mundo estaba buscando a estos tipos", asegura Bailey. Sin embargo, no lograron encontrarlos. La principal teoría es que se hizo pasar por comerciante de esclavos, una profesión emergente en la Nueva Inglaterra de 1690. De camino a las Bahamas, incluso pudo haberse detenido en la isla francesa de Reunión para conseguir algunos cautivos negros de forma que se apreciara su trabajo, plantea el historiador.

Las monedas permiten conocer el viaje de Every

Hasta ahora, los historiadores solo sabían que Every navegó a Irlanda en 1696, donde se le perdió la pista. Pero Bailey dice que las monedas que él y otros han encontrado revelan que el pirata se dirigió por primera vez a las colonias estadounidenses, donde él y su tripulación utilizaron el botín para los gastos diarios mientras huían. La primera apareció en 2014 en la granja Sweet Berry en Middletown, un lugar que había despertado la curiosidad de Bailey dos años antes después de encontrar viejas monedas coloniales, una hebilla de zapato del siglo XVIII y algunas balas de mosquete.

Usando un detector de metales, encontró una moneda de plata oscurecida. Al principio pensó que era española o dinero acuñado por la colonia de la bahía de Massachusetts, pero, al observarla más de cerca, el texto en árabe de la moneda le aceleró el pulso. La investigación confirmó que la exótica moneda fue acuñada en 1693 en Yemen. Eso planteó preguntas, ya que no había evidencia de que los colonos estadounidenses que luchaban por ganarse la vida en el Nuevo Mundo viajaran a cualquier parte del Medio Oriente para comerciar hasta varios años después.

Desde entonces, otros detectoristas han desenterrado 15 monedas árabes más de la misma época: 10 en Massachusetts, tres en Rhode Island y dos en Connecticut. Otra fue encontrada en Carolina del Norte, donde los registros muestran que algunos de los hombres de Every llegaron a tierra por primera vez. "Parece que parte de su tripulación pudo establecerse en Nueva Inglaterra e integrarse", asegura Sarah Sportman, arqueóloga estatal de Connecticut, donde se encontró una de las monedas en 2018, durante la excavación en curso de una granja del siglo XVII.