CORONAVIRUS

Las fiestas de la vergüenza en Europa en plena cuarta ola

En la última semana se han producido reuniones ilegales con música y sin respetar las medidas de seguridad sanitaria al margen de las restricciones.

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Las medidas y las restricciones están claras. Hay que evitar en la medida de lo posible cualquier contacto social y aglomeraciones, con la mascarilla puesta y manteniendo las distancias interpersonales de seguridad sanitaria. Sin embargo, en la última semana, aunque en realidad es algo que lleva pasando desde que no hay confinamientos estrictos como tal, se están viendo imágenes de fiestas ilegales de todo tipo.

Jóvenes o personas de más edad que se reúnen en las casas, discotecas o en algún espacio abierto a beber, con música, superando aforos permitidos. De hecho, en España, han llamado la atención las entradas de policías en las casas incluso rompiendo puertas. La cuarta ola es una realidad en Europa, los contagios por coronavirus siguen subiendo a pesar de la vacunación, y aunque las restricciones están ahí, siguen produciéndose fiestas ilegales.

Miles de personas en un festival falso en Bélgica

Varios centenares de agentes de policía han intervenido este pasado jueves para desalojar una explanada del parque bruselense Bois de la Cambre en la que había miles de personas convocadas a un festival llamado 'La Boum', que resultó ser falso porque no tenía autorización y que había sido convocado por Facebook.

La policía empleó un dron para advertir a los asistentes de que se enfrentaban a multas o detenciones, teniendo que recurrir al uso de gases lacrimógenos y un camión cisterna con chorros de agua. Algunas personas lanzaron botellas a los agentes y gritaron consignas como "Libertad" o "Policías, que os jodan".

Dos horas después del comienzo de la intervención policial, un portavoz de los cuerpos de seguridad informó de que hasta el momento se había detenido a cuatro personas y de que tres agentes habían resultado heridos por el lanzamiento de botellas.

Rave ilegal en Mánchester (Reino Unido)

El centro de la ciudad inglesa de Mánchester fue el miércoles el escenario de una fiesta ilegal a la que asistieron cientos de personas, cantando y bailando en el estadio de Castlefield Bowl, que suele usarse para conciertos o eventos grandes como proyecciones de partidos de fútbol.

Se están realizando investigaciones para conocer los organizadores, pero los agentes, que advirtieron de las medidas de seguridad y de las restricciones, encontraron hostilidad por parte de los asistentes.

Fiesta multitudinaria en Marsella (Francia)

Nueve personas fueron detenidas en la fiesta multitudinaria, con unas 6.500 personas, que se organizó el domingo 21 de marzo en las calles de Marsella sin ninguna autorización y con incumplimientos masivos de las reglas básicas contra el coronavirus.

Las fuerzas del orden se mantuvieron en un primer momento a distancia de los miles de personas que se concentraron en el centro de Marsella, muchos de ellos disfrazados y en su inmensa mayoría sin mascarilla, para celebrar una especie de carnaval.

Algunos de los participantes destrozaron mobiliario urbano y lanzaron diversos objetos contra la policía, que multó a varios de ellos por no llevar mascarilla y practicó entonces detenciones.

España no se queda atrás

Es cierto que España no es el único país en el que se llevan a cabo fiestas ilegales, pero las denuncias por estas reuniones al margen de la ley están a la orden del día. De hecho, por ejemplo en Madrid, desde el pasado 26 de marzo, la Policía Municipal ha impuesto un total de 1.680 denuncias por deambular sin justificación en horario nocturno restringido y ha intervenido en un total de 502 reuniones ilegales y fiestas.

De todas ellas, se han realizado 802 por no llevar la mascarilla, 646 por reuniones de más personas de las permitidas y 769 por consumir bebidas alcohólicas en la vía pública. No favorece la llegada de extranjeros a la capital con la intención de disfrutar de medidas menos restrictivas que las existentes en su país.

Hasta el final de Semana Santa se mantendrá el refuerzo policial para controlar cualquier rave o fiesta ilegal que tenga lugar durante estos días, aunque la cuarta ola, realidad en varios países y futuro cercano en otros, no perdonará la relajación con este tipo de eventos.