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Conmoción en la ciencia: un superviviente del ébola contagia el virus cinco años después

OLIVIA ACLAND

Un nuevo análisis genéticto sugiere que un superviviente del brote de ébola en África Occidental, acontecido entre 2014 y 2016, ha desencadenado casi con certeza el actual de Guinea.

La ciencia está conmocionada y no sale de su asombro. Todo parecía indicar que el último brote de ébola decretado en Guinea fuera consecuencia de una zoonosis, un nuevo salto del virus de su huésped animal a la especie humana, pero las últimas evidencias, como recoge STAT, sugieren que es probable que haya sido provocado por una infección latente en la población humana desde el último brote conocido.

Es decir, un superviviente del brote masivo de ébola en África Occidental entre 2014 y 2016 desencadenó casi con certeza el actual en Guinea, según un nuevo análisis fruto de la colaboración internacional que ha comparado las secuencias genéticas del virus de aquel brote con las muestras del que está en curso. Una noticia que ha caído como una bomba en la comunidad de investigadores que estudian el peligroso virus.

Dicho análisis sugiere el superviviente continuó albergando el virus al menos cinco años después de haber sido infectado y finalmente lo transmitió, previsiblemente, a través del semen. Un hecho que ha hecho saltar por los aires las estimaciones que se manejaban acerca de la capacidad de contagiar de una persona a lo largo del tiempo ya que el único caso documentado era el de alguien que mantuvo esa capacidad más de 500 días después de haber sufrido la enfermedad.

Hasta la fecha se han notificado al menos 18 casos en Guinea y el nuevo hallazgo genera nuevas incógnitas y una problemática: la de la estigmatización de los supervivientes. No en vano, ya están sometidos al escrutinio de las comunidades donde residen, una situación que puede agravarse si además se les ve como peligrosos transmisores del virus a largo plazo. Por ello, es necesario investigar a fondo estos casos excepcionales de persistencia viral.

Datos y cifras

  • La enfermedad por el virus del Ébola (EVE), antes llamada fiebre hemorrágica del Ébola, es una enfermedad grave, a menudo mortal en el ser humano.
  • El virus se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara (hoy Sudán del Sur) y Yambuku (República Democrática del Congo).
  • La aldea en que se produjo el segundo de ellos está situada cerca del río Ébola, que da nombre al virus.
  • El virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona por contacto con la sangre u otros fluidos corporales.
  • El virus puede permanecer durante años en zonas del cuerpo donde el sistema inmunitario no le alcanza, como los testículos, los globos oculares o el líquido de la médula espinal.
  • En algunos casos excepcionales, el virus se reactiva y causa de nuevo la enfermedad. Y en otros, también muy raros, el portador mantiene la capacidad de infectar.
  • Los brotes de enfermedad por el virus del Ébola (EVE) tienen una tasa de letalidad que es de aproximadamente 50%. En brotes anteriores, las tasas fueron de 25% a 90%.
  • La participación de la comunidad es fundamental para el éxito del control de los brotes. Un buen control de los brotes depende de la aplicación de diferentes intervenciones, como la atención a los casos, las prácticas de control y prevención de la infección, la vigilancia y el rastreo de los casos, los entierros en condiciones de seguridad o la movilización social.
  • El tratamiento de apoyo precoz con rehidratación y el tratamiento sintomático mejoran la supervivencia. Todavía no hay ningún tratamiento aprobado que neutralice el virus de forma demostrada, pero están en fase de desarrollo diversas formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia.
  • Una vacuna experimental, denominada rVSV-ZEBOV, ha demostrado proporcionar una gran protección contra este virus mortal en un ensayo clínico a gran escala (11. 841 sujetos) realizado en Guinea en 2015.
  • Entre los 5837 sujetos que recibieron la vacuna no hubo casos de ébola 10 o más días después de la vacunación, mientras que en los que no recibieron la vacuna hubo 23 casos.