ACTUALIDAD

Caso Alcàsser: ordenan reabrir la investigación sobre la fuga de Antonio Anglés

EFE

La Audiencia de Valencia admite la petición de la acusación popular para esclarecer si recibió ayuda en su fuga y conocer su paradero actual si sigue vivo

A pesar de que han transcurrido más de 28 años, el caso del asesinato de Miriam García, Desirée Hernández y Toñi Gómez continúa abierto, y con un nuevo giro en los acontecimientos. La Audiencia Provincial de Valencia ha ordenado reabrir la investigación sobre la fuga de Antonio Anglés, acusado de secuestrar y asesinar a las tres adolescentes del municipio de Alcàsser en 1993, según ha informado este viernes el diario Las Provincias. Una decisión tomada en contra del criterio de la jueza de Alzira que recibió el traspaso de la causa.

El tribunal valenciano ha admitido el recurso presentado por la acusación popular que ejerce la Asociación Clara Campoamor contra el archivo provisional de unas diligencias iniciadas en 2019 en Reino Unido, que permitieron averiguar algunos datos nuevos sobre la huida de Anglés, cuya orden de captura internacional continúa en vigor, y lo estará hasta 2029. De hecho, sigue figurando en la lista de los delincuentes más buscados por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) acusado de secuestro, violación, asesinato, inhumación de cadáver y tenencia ilícita de armas.

En noviembre de 2019, un juzgado de Alzira emitió una comisión rogatoria internacional para interrogar a la tripulación y al capitán del City of Plymouth, el barco que usó Anglés en 1993 para escapar a Irlanda como polizón, bajo la identidad de Carlos Joaquim Carvalho Gonzales, un toxicómano que le dio cobijo en el puerto de Lisboa. La petición se dirigió a las autoridades del Reino Unido porque es donde vive actualmente Kenneth Farquharsib Stevens, capitán del barco, pero sus declaraciones ante la Policía inglesa no permitieron esclarecer cómo logró huir.

Dos nuevas pistas

Las investigaciones revelaron que el prófugo, realizó una llamada telefónica con un empleado de una compañía de transportes de Lisbo mientras todavía estaba a bordo del City of Plymouth. Además, se supo que uno de los tripulantes, sin saber su verdadera identidad, le hizo una fotografía cuando fue descubierto en el barco antes de la llegada de Dublín. Pensaba que era un polizón cualquiera y no le contó a la Policía que había tomado aquella imagen.

La Asociación Clara Campoamor solicitó a la juez de Alzira la localización de la imagen de Anglés y la identificación del agente de transporte con el que habló por teléfono, pero esta desestimó la petición porque el resultado no aportaría datos esclarecedores sobre su paradero. Después del sobreseimiento provisional de las diligencias, la acusación popular presentó un recurso ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial Valencia, que dictó un auto el pasado 1 de febrero para anular la resolución de la jueza instructora y continuar recabando datos.

Anglés recibió ayuda para huir

Durante una entrevista en el programa 'Equipo Investigación' de La Sexta, Kenneth Farquharsib Stevens detalló que cuando el 24 de marzo de 1993 la Policía subió al buque, el fugitivo ya no estaba dentro y aseguró que un miembro de la tripulación le había ayudado. Primero se le metió en un "cuartucho", después se le encerró en un camarote vacío cerrado con llave y con gente "cerca vigilando", pero escapó en una barca hinchable que debió dejar caer al mar desde siete metros de altura, indicaba el capitán en la entrevista.

Un avión francés localizó al polizón en la barca, tras un mensaje de radio, lo subieron de nuevo a bordo y lo volvieron a meter en el mismo camarote, en el que "atrancaron" ventanas y puerta con tablas. "Era imposible que él abriera la puerta desde dentro", apuntaba el capitán en esa entrevista. Sin embargo, cuando llegó la Policía tras atracar en Dublín, se había ido. "Alguien tuvo que dejarle salir y haber recolocado la madera. No pudo escapar de ese camarote sin ayuda", indicaba el capitán.