Pros y contras de la doble mascarilla: ¿es recomendable su uso y cuál puedo llevar?

Las mascarillas se han convertido en un complemento más de nuestra vida cotidiana. Dada su obligatoriedad para frenar la propagación del coronavirus, el mercado ofrece numerosos tipos: quirúrgicas, higiénicas, autofiltrantes... Cada una tiene sus propias características y en función de las mismas, ofrecen una mayor o menor protección ante el patógeno.

Ahora, el debate está instalado en la conveniencia o no de utilizar la doble mascarilla. Existen diferentes puntos de vista, dado que no hay consenso sobre su efectividad ni evidencia científica que demuestre un incremento de la defensa.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, sí recomendó su uso. Sin embargo, otros organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Ministerio de Sanidad no se han pronunciado aún al respecto.

En el caso de la OMS, aconseja llevar mascarilla quirúrgica a aquellos sanitarios que trabajan en entornos asistenciales por si se estropea o se mancha. Aunque el verdadero aspecto clave es que este EPI esté homologado. Asimismo, recomienda mascarillas médicas a personas de 60 años o más, mientras que las higiénicas de tela pueden ser utilizadas para ciudadanos por debajo de esa edad. La única mascarilla desaconsejada expresamente es la que lleva válvula.

Por su parte, Sanidad no habla abiertamente por el momento del uso de dos mascarillas ni de su eficacia o utilidad. Sin embargo, algunos departamentos regionales de salud sí se han pronunciado sobre el tema.

Pros y contras

Las ventajas de llevar dos mascarillas son las siguientes:

- Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, puede bloquear el escape del 92,5% de las partículas potencialmente infecciosas.

- Mayor rendimiento tanto en el bloqueo de aerosoles emitidos como en la exposición de aerosoles.

- Si se anudan, se reducen las fugas de partículas a ambos lados de la cara.

Por su parte, entre las desventajas se sitúan:

- Incomodidad y peor ajuste, lo que puede aumentar el número de manipulaciones y el riesgo de autocontaminación.

- No sirven todas las mascarillas: no se deben combinar mascarillas desechables y las de tipo KN95 se tienen que utilizar solas.

- Baja capacidad de transpiración, que podría afectar a la respiración.