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El motivo por el que muchos sanitarios alemanes rechazan la vacuna

PATRICK T. FALLON

Thomas Mertens, presidente de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko), afirma que la mayoría alega información incompleta o incorrecta sobre el remedio de ARNm.

Tanto los residentes en los hogares de ancianos como algunos sanitarios son los primeros grupos en recibir la vacuna contra el coronavirus en la mayoría de países. Eso ocurre en Alemania, pero sin embargo, resulta llamativo que una gran cantidad de profesionales está rechazando inocularse el remedio desarrollado por Pfizer/BioNTech.

Un artículo publicado en ABC detalla que dependiendo de las regiones y de los centros sanitarios, entre un 60% y un 70% de los trabajadores declinan ser vacunados. Thomas Mertens, presidente de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko), afirma que "la mayoría alega información incompleta o incorrecta sobre la vacuna de ARNm".

Motivos psicológicos

"Podría suponerse que el personal médico tiene más conocimiento especializado sobre la vacuna, pero no es así, saben solamente lo que dice la empresa productora y difunden los medios de comunicación, y a muchos les resulta insuficiente. También puede haber motivos psicológicos inconscientes", añade Mertens.

Aunque según él, podría existir cierto componente de protesta en su declinación: "Se trata de un colectivo que lleva años reivindicando mejores condiciones de trabajo a los mismos empleadores que han hecho oídos sordos y que ahora llaman a los empleados a vacunarse y hay una reacción automática de rechazo".

Solicitud del ministro de Sanidad

Debido a ello, Jens Saphn, ministro germano de Sanidad, hizo la semana pasada un llamamiento a los empleados de instalaciones médicas o cuidadores de ancianos. Así, les instó a vacunarse por "responsabilidad de quienes son cuidados y tratados".

Pero la actitud de los sanitarios tiene precedentes. Tal y como señala el Instituto Robert Koch (RKI), sólo un 79% de los médicos y casi el 47% del personal de enfermería se ha vacunado recientemente contra la gripe.

Ejemplo claro

ABC ofrece en su publicación un ejemplo claro de cómo está la situación actualmente. En el distrito de Bad Tölz-Wolfratshausen, al sur de Múnich, el primer hogar de ancianos en recibir vacunas fue el Josefistift. 56 de los 95 residentes fueron vacunados, pero únicamente 17 de sus 95 trabajadores lo hicieron.

Bettina Emmrich, gerente del centro, admite que "la disposición es muy moderada. La vacuna aún no está completamente desarrollada, eso es un problema para muchos. Les doy la libertad de elegir, incluso si trabajan en una residencia de ancianos esa es una decisión personal".

Se desconocen los riesgos

Para corroborar esta voluntad, Ana, enfermera de 27 años que trabaja en Berlín, asegura en el citado medio que "a estas alturas, después de todos estos meses trabajando con pacientes de coronavirus y rodeada de asintomáticos, intuyo que ya he testado el virus sin síntomas, de manera que es mejor que aprovechen las vacunas para las personas que realmente lo necesiten".

"Hasta el momento no se sabe nada sobre los riesgos a largo plazo y yo ya di positivo en un test hace dos meses, por lo que cuento con cierto nivel de inmunidad", justifica la sanitaria.