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Semilibertad para Iñaki Urdangarin: cambiará la cárcel por un centro de inserción social

Urdangarin podrá dormir fuera del Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares una vez al mes si participa en un programa de rehabilitación para delincuentes económicos.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha concedido a Iñaki Urdangarin un régimen flexible para su condena que le permitirá dejar la cárcel de Brieva (Ávila) para cumplir el resto de la pena en el Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares. Sin embargo, para ello tendría que participar en un programa de rehabilitación para delincuentes económicos.

La Junta de Tratamiento de la prisión abulense había propuesto conceder al yerno del rey emérito el tercer grado penitenciario. No obstante, Instituciones Penitenciarias le ha mantenido el segundo grado aplicándole el artículo 100.2 del Régimen Penitenciario, lo que le permitirá poder salir de lunes a viernes para poder cumplir con su voluntariado en el Hogar Don Orione, un centro de personas con discapacidad en Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Por lo tanto, si finalmente acepta el nuevo programa, solo tendrá que acudir al centro alcalaíno para dormir. Además, un fin de semana al mes podrá salir para ir a casa. Sin embargo, si no acepta la nueva situación, Urdangarin continuará su condena en la cárcel de Brieva.

Un programa pionero

El programa PIDECO pretende reinsertar al ciudadano en los motivos éticos que determinaron la actitud constitutiva del delito, así como dirigir su actitud una vez que finalice la pena y salga en libertad. El proyecto surgió ante el aumento de condenas producidas por delitos económicos en España en los últimos años.

Según elDiario.es, en el mes de octubre había 2.044 presos, un 5,6% del total, por cometer delitos económicos. El programa, según este medio, estaría distribuido en 32 sesiones durante 10 meses y será impartido por 40 psicólogos en 31 centros penitenciarios y 9 centros de inserción social.

Condenado desde 2018

Iñaki Urdangarin entró en prisión en 2018, cuando fue condenado por prevaricación, malversación, tráfico de influencias, fraude y dos delitos fiscales en el caso Nóos. La pena impuesta por el Tribunal Supremo fue de 5 años y 10 meses. Es la segunda vez que Instituciones Penitenciarias rechaza la concesión del tercer grado tras un primer intento en el mes de julio, cuando finalmente se le permitió salir un fin de semana al mes.