CORONAVIRUS

Nueva Zelanda fue más fuerte que la pandemia: el dato definitivo

La gran gestión hizo que el país tan solo registrara 25 muertes por COVID. El tiempo en casa o las medidas sanitarias evitaron más fallecimientos.

Parecería mentira en un año como este, pero Nueva Zelanda es la excepción a toda regla. El país austral ha conseguido que este 2020 se reduzca la mortalidad, incluso con la pandemia del coronavirus. Y es que gracias a sus políticas frente a la llegada de la COVID-19, ayudado por sus condiciones geográficas, Nueva Zelanda tan sólo ha registrado 25 muertes y 1.744 contagios desde el inicio de la pandemia global. Un ejemplo para todos.

Y es que sus restricciones para frenar el avance del coronavirus fueron muy duras desde el primer momento. La primera ministra, Jacinta Ardern, confinó Nueva Zelanda cuando tan solo se habían detectado 50 casos en el país. Las limitaciones incluidas el cierre de todas las fronteras, el cierre de los comercios considerados no esenciales y el confinamiento domiciliario para todo el mundo, lo que se vivió en España el pasado mes de marzo, cuando el 14 de marzo se declaró el primer estado de alarma en todo el país.

Pero no fue la única de las decisiones que hizo que Nueva Zelanda siga con datos tan positivos en cuanto a la pandemia. A su estrategia de restricciones se sumó un trabajo intenso de rastreo y aislamiento tanto de los positivos en coronavirus como de sus contacto, por riesgo a poder seguir contagiando a más personas del país. De esta forma, en junio se dio por terminada la pandemia. Y no es que no se hayan dado casos positivos, pero han sido casos aislados importados, es decir, provenientes de fuera de la región austral. El hecho de ser una isla y su baja densidad de población también ayudaron a controlar antes el brote de COVID.

Las razones que explican esta baja mortalidad

The Lancet ha publicado un artículo dentro de su última revista médica en la que compara la mortalidad del país en los últimos años con los datos de este 2020 que está a punto de terminar. Los fallecidos descendieron en un 11% este año, incluso con la pandemia del coronavirus azotando todo el mundo, un dato curioso y positivo frente a todo lo que se ha vivido este año. Estas son las conclusiones a las que ha llegado el medio con este dato de mortalidad en Nueva Zelanda -aunque no se conozcan datos específicos de la causa de la muerte de todos los fallecidos-:

Conclusiones de esta baja mortalidad:

- La mortalidad se mantuvo en tendencia descendente tanto en el confinamiento como después de la cuarentena: lo que quiere decir que no solo el hecho de estar en casa o la menor actividad se atribuye al bajo número de fallecidos (por la disminución de accidentes de trafico o laborables).

- La llegada del coronavirus no ha supuesto una mayor mortalidad, como es el caso del resto de países del mundo, incluyendo España. Tampoco de la saturación de los centros sanitarios que conllevaran a retrasar otras actividades como diagnósticos, pruebas o cirugías en otros ámbitos.

- Las medidas implantadas para evitar el coronavirus han hecho que se dieran menos casos de otras enfermedades respiratorias contagiosas, como la gripe o la neumonía.

Pese a sus buenos datos, Nueva Zelanda sigue cumpliendo medidas sanitarias para evitar un foco más grande de coronavirus y la vuelta a un confinamiento. También esperan por la llegada de vacunas, de hecho, la primera ministra del país anunció la compra de vacunas para más de cinco millones de habitantes de aquí a junio. El país adquirirá en total 7,6 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca y otras 10,72 millones de la de Novavax, mientras que anteriormente había acordado la compra de 750.000 dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech y 5 millones de la de Janssen.