CORONAVIRUS

El asombroso caso de Mongolia, el país sin ninguna muerte por la COVID-19

Getty Images

A pesar de estar a 4.600 kilómetros de distancia con China, origen del coronavirus, el país mongol registra 784 contagios y ninguna víctima mortal.

Mientras en Europa y América se vive una intensa segunda ola de coronavirus, hay algunos países que ni si quiera han detectado un solo caso de fallecidos, y en los cuales los casos de contagios por la enfermedad ni siquiera llega al número total de infecciones detectado en un solo día en España. Hablamos, en este caso, de Mongolia.

Casi 12 meses después de que se detectara el primer caso de coronavirus en Wuhan, China, el país de Asia oriental tan solo ha contabilizado, hasta el día de hoy, 784 de COVID-19. Una cifra asombradora si vemos los datos de otros países. En Estados Unidos se han contabilizado ya más de 13 millones de contagios; en India van ya por los nueve millones de infecciones; y en Brasil ya se han alcanzado los seis millones.

Sin muertes por coronavirus

Pero no solo hablamos del número de contagios, sino que Mongolia no ha contabilizado ninguna muerte por la COVID-19. Volvemos a los datos. En Estados Unidos ya cuentan con una cifra de 266.063 víctimas mortales; en India son 136.696 los fallecidos; y en Brasil suman ya 172.561 muertos. Por hablar de Europa, Reino Unido ha registrado 58.127 muertes, seguido de Italia que suma 54.363 fallecidos.

Es absolutamente de admirar que en un país donde la sanidad pública no tiene los mismos recursos que en los países más desarrollados, se haya llevado tan bien la gestión de la pandemia. Ningún fallecido y menos de 1.000 contagios. Algo inimaginable para los principales países europeos: Francia, Rusia, España, Reino Unido, Italia y Alemania, los que más casos de coronavirus y muertes han contabilizado hasta la fecha.

Buena gestión de la pandemia

Que los datos en Mongolia sean tan buenos, tiene que ver mucho con la buena gestión de la pandemia que se ha llevado desde un primer momento, desde que China notificó la existencia de la infección el 31 de diciembre de 2019.

Por un lado, el uso de la mascarilla. En el país mongol su uso obligatorio comenzó desde un principio, es decir, cuando desde China avisaron de la circulación del virus, nada que ver con los países europeos o americanos en los que la mascarilla no ha sido obligatoria hasta cuatro meses después, en algunos casos, y mucho después en otros países, que para colmo eran los más afectados, como Estados Unidos.

Pocos kilómetros con China

Llama la atención también la poca distancia de fronteras que hay entre China y Mongolia, apenas 4.600 kilómetros. Otro factor que demuestra lo asombroso que es este caso, ya que por distancia, era uno de los países más propensos a sufrir de forma intensa la enfermedad del coronavirus. Pero no, el más afectado es Estados Unidos que tiene una distancia con China de 11.721 kilómetros.

Alerta sanitaria desde enero

Es cierto que la densidad de población de Mongolia no es tan abundante como la de los países mencionados anteriormente. Apenas llega a los 3,3 millones de habitantes, pero eso no es una excusa. El clima del país es mucho más frío que en otras regiones, lo que en un principio provocó miedo entre la población, ya que según lo que se sabe hasta ahora, el coronavirus es más propenso en las zonas más frías.

Pero precisamente por el temor a ser uno de los países más golpeados por la enfermedad, las autoridades se pusieron manos a la obra lo más rápido posible y ya el 10 de enero notificaron la alerta sanitaria, mismo día que se estableció el uso obligatorio de la mascarilla. Desde esa fecha, el sistema sanitario, mucho más precario que en el resto de países, empezó a hacer test a sus ciudadanos, e incluso comenzaron a monitorizar a todos los pacientes con neumonía, como informa El Blog Salmón.

En febrero comenzaron a hacer regresar a sus compatriotas en el extranjero, a quienes realizaron test nada más aterrizar en el país, algo que no se hizo en países como, en este caso, España. Este factor y los otros comentados anteriormente, han hecho que Mongolia no haya sido víctima ni si quiera de una primera ola de coronavirus. En el país de Asia oriental respiran tranquilos, pero no bajan la guardia. Pero de lo que sí pueden estar seguros, aunque guardando las distancias, es de que ni en el peor de los casos llegarán a vivir la tercera ola de coronavirus que amenaza en el resto del mundo.