CORONAVIRUS

El elemento clave para erradicar la pandemia de la COVID-19, según un estudio

VINCENZO NUZZOLESE / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

Investigadores de la Universidad Nacional de Singapur revelan que la pandemia podría haberse suavizado si un 70% de la población usara mascarillas eficaces.

Desde hace meses, las autoridades sanitarias han insistido en el uso de las mascarillas como una de las estrategias esenciales para luchar contra la COVID-19. Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur han descubierto ahora que su uso es más importante de lo que pensábamos. El estudio, publicado en la revista Physics of Fluids, ha determinado que la pandemia podría haberse suavizado si al menos un 70% de la población hubiera usado mascarillas quirúrgicas o N95. Incluso las de tela pueden proteger, aunque su eficacia sea menor.

Los científicos se han centrado en analizar los tipos de mascarillas más comunes (quirúrgica, N95 y de tela) para averiguar cómo cada una de ellas filtra o bloquea al virus en función de sus características.

Quirúrgicas y N95, las más eficaces

"Los resultados sugieren que el uso constante de mascarillas eficientes, como las quirúrgicas, podría conducir a la erradicación de la pandemia si al menos el 70% de las personas usara estas mascarillas en público de forma constante", afirma el profesor de Bioingeniería de la Universidad de California en Berkeley, Sanjay Kumar, uno de los artífices del estudio, según recoge el medio británico Daily Mail.

La investigación también revela que "para atrapar eficazmente las gotitas, los filtros de la mascarilla deben contener poros microscópicos. Sin embargo, los poros de tamaño minúsculo impiden la ventilación del aire, lo que crea una situación incómoda para el usuario". En cualquier caso, uno de los aspectos más importantes de las mascarillas está relacionado con el tamaño de las gotículas que emite una persona al toser, estornudar, cantar o respirar. Las más comunes son las gotas grandes que oscilan entre las 5 y 10 micras, mientras que las más peligrosas son las más pequeñas, que pueden convertirse en aerosoles, permaneciendo suspendidas en el aire durante mucho tiempo. Solo las N95 pueden filtrar este tipo de gotículas.

Las mascarillas de tela también pueden servir

Pese a que Kumar recomienda el uso de las mascarillas más eficaces, reconoce que "incluso las máscaras de tela menos eficientes también podrían ralentizar la propagación si se usan de manera constante".

Los investigadores señalan además que son mejores las mascarillas elaboradas con materiales de polímeros híbridos, las cuales pueden filtrar partículas con mayor eficacia. Así, son mejores las que usan una mezcla de materiales para cubrir la cara, como algodón, poliéster, chifón, seda y franela. Usar múltiples capas combinadas, señalan, ayuda a filtrar mejor y dejar escapar el calor.

Elementos a tener en cuenta para fabricar mascarillas

Uno de los factores que más valoran los consumidores a la hora de elegir mascarilla ha sido, según los investigadores, el confort térmico, "un aspecto esencial, ya que puede afectar a la conformidad del uso de la misma durante el verano o en los países tropicales". Aquí es donde juegan un papel destacado los materiales poliméricos híbridos antes mencionados, ya que pueden filtrar partículas con alta eficiencia mientras simultáneamente enfriaban la cara.

Otro de los parámetros considerados ha sido la resistencia al flujo de la mascarilla, es decir, la facilidad con la que se puede respirar a través de ella. "El uso prolongado de mascarillas tiene algunos efectos secundarios en la salud humana, como la somnolencia o la frecuencia cardíaca inusual", explica el estudio. Podría haber alguna relación entre la resistencia a la respiración y la resistencia al flujo de la mascarilla facial, que deberá estudiarse en intervalos de tiempo mientras se usa", considera Heow Pueh Lee, otro de los autores y subdirector del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Singapur.

También se menciona que hay algunas preocupaciones ambientales asociadas con las mascarillas de un solo uso. Algunas de estas, hechas de capas de plástico, pueden no biodegradarse, creando una carga masiva para el medioambiente. "

Así, los investigadores, consideran que queda mucho por mejorar en este tipo de trabajos. Según sus conclusiones, no se ha tenido lo suficientemente en cuenta cómo reaccionan los pulmones humanos ante la resistencia que oponen las mascarillas durante un uso prolongado.