CORONAVIRUS

La teoría del queso suizo sobre el coronavirus

Ian Mackay

Algunos científicos creen que las medidas son ineficaces individualmente, por lo que deben unirse para crear una barrera consistente que evite la transmisión.

Muchos países están sumidos en una dura lucha contra la segunda ola de coronavirus. Para ganarla, los gobiernos están buscando diversas medidas restrictivas que reduzcan el contacto social y frenen la cadena de contagios: toques de queda, recomendaciones de higiene, cierre de la hostelería, gimnasios, colegios... Sin embargo, algunos científicos sostienen que ninguna medida es tan efectiva como la unión de todas. Explican esta idea con la 'teoría del queso suizo'.

En qué consiste la teoría del queso suizo

El virólogo Ian Mackay, profesor asociado de la Universidad de Queensland (Australia), exponía recientemente este modelo del queso suizo aplicado a la pandemia señalando que ningún método es infalible porque pueden darse fallos o errores que hacen que el coronavirus traspase esa barrera. Sin embargo, todas las medidas sumadas aumentan su fiabilidad. Relaciona este hecho con las lonchas agujereadas del queso emmental. Cada una de ellas es una medida que dejará pasar el virus, pero si se combinan de forma efectiva, tapando los huecos, pueden crear un muro muy consistente contra el virus.

En total, Mackay habla de diez lonchas superpuestas de tal forma que impiden la transmisión. Las cinco primeras estarían relacionadas con la responsabilidad individual, mientras que las otras cinco quedan en manos de la responsabilidad social y de las administraciones:

1. Respetar la distancia social y quedarnos en casa si estamos enfermos o sentimos síntomas.

2. Usar mascarilla.

3. Mantener una buena higiene de manos.

4. Evitar tocarnos la cara demasiado.

5. No permanecer mucho tiempo en lugares masificados, especialmente si es en interiores.

6. Realizar un buen rastreo de los contactos para después hacerles pruebas rápidas y muy sensibles.

7. Cuando estamos en lugares cerrados es importante mantener una buena ventilación con sistemas de filtración de aire. En cualquier caso, es recomendable realizar todas las actividades que podamos al aire libre.

8. Comunicar bien la normativa a la población, con mensajes claros para evitar confusiones. Además, las administraciones deben apoyar económicamente las medidas encaminadas a combatir la pandemia.

9. Vigilar el aislamiento de los casos confirmados y la cuarentena de los contactos.

10. Por último, estaría la creación de las vacunas. Pero, mientras llega este hecho tan esperado, es imprescindible respetar lo anterior.

Críticas

Como todas las teorías, esta tiene sus defensores y detractores. Tomás Pueyo, el ingeniero que avanzó el impacto de la primera ola, se mostró a favor de esta idea en una entrevista en Antena 3, señalando que China y el resto de Asia combinaron bien estas lonchas de queso para frenar la curva. En cambio, según recoge Il Corriere della Sera, otros científicos critican este modelo, alegando que el coronavirus presenta otras variables a tener en cuenta, empezando por el propio comportamiento del virus, que es muy cambiante. También entrarían otros factores como el tipo de espacio en el que se está (abierto o cerrado), el territorio (un pueblo o una ciudad, por ejemplo) o el momento de aplicación de la medida.