Ante el aumento de casos por coronavirus en España, los diferentes Gobiernos estudian nuevas medidas para intentar reducir los contagios por la COVID-19. El último elemento sonado para combatir, en la medida de lo posible, esta enfermedad, ha sido el medidor de CO2, un dispositivo capaz de medir la cantidad de dióxido de carbono que hay en el aire.

Gracias a estos aparatos, se puede comprobar si en un lugar determinado hay una buena calidad de aire o si, por el contrario, el aire del espacio es malo. El medidor de CO2 puede ayudar a prevenir los contagios por la COVID-19, ya que si el resultado de la medición nos informa de que el aire no es puro, sabremos que hay más riesgo de contagio, ya que entrarían en juego los aerosoles.

Desde la Comunidad de Madrid se plantean establecer su uso obligatorio en la hostelería o las aulas, así como en aquellos lugares públicos donde hay más concentración de personas.

La importancia de la renovación del aire

María Cruz Minguillón, investigadora del Institute of Environmental Assessment and Water Research del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha hablado para los micrófonos de Onda Madrid Directo, donde ha explicado: “Es imprescindible saber si estamos ventilando bien y entendemos por ventilar renovar el aire, es decir, renovar el aire, reemplazar el aire interior que puede estar potencialmente cargado de virus, con aire exterior”.

“¿Y cómo podemos saber esto con la la medida de CO2? El CO2 en el aire exterior es relativamente constante y está en una concentración de unas 420 ppm( partes por millón) y en ambientes interiores, donde estamos varias personas, como los individuos al respirar emitimos CO2, pues esa concentración sube”, ha añadido.

Un indicador muy bueno para saber si el aire se mide correctamente

“Si mido qué concentración hay, puedo saber si estoy renovando aire con suficiente frecuencia para que el riesgo de contagio baje o no, entonces es un indicador muy bueno para saber si estoy renovando aire suficientemente”, señala la experta.

“Si el ppm está en 2.000, es mejor no entrar al lugar. Si estamos en 500 o 600 quiere decir que es un sitio que está muy bien ventilado. En ambientes públicos compartidos sería una forma fácil y clara de informar a las personas que acceden cómo está siendo allí la renovación del aire. La ventilación tiene que ser constante. Necesitamos una renovación constante del aire”, ha dicho.

Entre 30 y 100 euros

Por último, la experta ha hablado del precio de los medidores de CO2: “No son especialmente caros, he oído que cuestan entre 30 y 100 euros, aunque yo por 30 no he visto ninguno que funcione bien. Irían más en el orden de 100 euros, un presupuesto asumible para los lugares públicos, dependiendo de cada economía”, ha concluido para Onda Madrid Directo.

Compra de medidores

Este tipo de producto está disponible en Amazon por diferentes precios.