CORONAVIRUS

La recomendación del CSIC para evitar contagios de coronavirus en el Metro

“Callados y con la mascarilla bien ajustada, el riesgo baja muchísimo”, afirma María Cruz Minguillón, investigadora en aerosoles atmosféricos del CSIC.

La recomendación del CSIC para evitar contagios de coronavirus en el Metro

Las autoridades sanitarias de todo el mundo llevan meses insistiendo la importancia de las tres ‘m’ para contribuir a reducir la propagación de la COVID-19: mascarilla, manos y 2 metros de distancia. En cambio, muchos expertos en epidemiología y aerosoles, si bien están de acuerdo con estas medidas, piensan que hay que ir más allá y prestar atención también en la ventilación de los lugares cerrados para prevenir contagios. 

María Cruz Minguillón, investigadora en aerosoles atmosféricos del CSIC, repasó todas estas medidas en una entrevista con el programa ‘Via Lliure’ de RAC1 y propuso una más: guardar silencio en el metro. “Callados y con la mascarilla bien ajustada, el riesgo baja muchísimo”, afirmó. Por tanto, considera que “sería ideal que en el metro indicaran ‘Silencio siempre’”.

En este medio de transporte, según explicó Minguillón, no hay ningún tipo de ventilación, por lo que si hay alguien contagiado es importante contaminar el aire lo menos posible. De ahí que recomiende no hablar, ni siquiera por teléfono. “Si hablo por el móvil, y hablo alto porque hay ruido en el metro, se emite 50 veces más aerosoles”, ha apuntado. E insiste en que, como medida de protección, la mejor opción sería ir callados. No obstante, la investigadora del CSIC admitió que el hecho de que los viajes en metro sean cortos, acaba dificultando los contagios. Lo que no nos exime de cumplir rigurosamente las medidas de seguridad.

Los aerosoles, muy peligrosos

Durante bastante tiempo, las autoridades sanitarias del Gobierno español, en la línea del criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), consideraban a los aerosoles como una vía de transmisión, pero sólo en determinadas circunstancias (hospitalarias), sin ser en ningún caso una vía importante de contagio.

Sin embargo, desde el pasado 22 de octubre, Sanidad sí reconoce el importante papel que estos desempeñan en la transmisión del virus. “La mayoría de las infecciones se producen principalmente por contacto cercano y exposiciones prolongadas a las gotas respiratorias que contienen el virus, así como por la inhalación de aerosoles con partículas virales en suspensión y el contacto directo o indirecto con secreciones respiratorias infectadas”, indicaba el documento aprobado tras el Consejo Interterritorial de Salud entre el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas.

Este cambio de postura se produjo poco después de que varios expertos publicaran en la revista Science una carta explicando el riesgo de los aerosoles: Existe una evidencia abrumadora de que la inhalación de SARS-CoV-2 representa una ruta de transmisión importante para la COVID-19”. Según explican en el artículo, las personas contagiadas liberan miles de aerosoles cargados de virus, y también unas cuantas gotitas, al respirar, toser, hablar o cantar. “Por lo tanto, es mucho más probable que uno inhale aerosoles que una gota, por lo que la atención debe centrarse en la protección contra la transmisión aérea”.

Por su parte, José Luis Jiménez, experto en química-física de la Universidad de Colorado ya avisaba en agosto de que los aerosoles eran la forma de propagación más importante. “Las pruebas a favor de los aerosoles son más sólidas que las pruebas a favor de otras vías. Es hora de ser más contundentes y decirle a la población qué medidas deben tomar para protegerse. Cuanto antes lo hagamos, antes podremos controlar la pandemia”, escribió en un artículo para El País. Unos días después, en el programa ‘Al Rojo Vivo’, aseguró que “cerca del 75% de los contagios se estaría produciendo por aerosoles”.