CORONAVIRUS

Alemania se ofrece a recibir pacientes de coronavirus de otros países

RONALD WITTEK

El país germano se ha ofrecido a acoger enfermos procedentes de la Unión Europea ante el aumento notable de contagios en el continente.

Mientras en España uno de los grandes problemas que ha evidenciado la pandemia es el colapso del sistema sanitario, con menos recursos de los necesarios, trabajadores saturados, y hospitales llenos, en Alemania sucede todo lo contrario. Tal es así que el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, ha ofrecido su país para tratar a enfermos de coronavirus de otros países de la UE en sus centros sanitarios.

"Si nuestros vecinos experimentan dificultades en la atención a pacientes con coronavirus, lógicamente ofreceremos de forma rápida nuestra asistencia en la medida que nuestras capacidades lo permitan", ha afirmado este sábado Heiko Maas a la red editorial germana RND.

Además, el alemán ha indicado que están preparados y por ello confía en sus posibilidades: "En el ámbito europeo podemos coordinarlo ahora mucho mejor que en la primavera a través del nuevo sistema de alerta temprana. Y en esta solidaridad confío si el otoño se vuelve difícil".

Ya se han producido los primeros movimientos

El anuncio del ministro de Asuntos Exteriores va unido a una serie de ofrecimientos de diferentes regiones del país. Por ejemplo, ya hay en curso conversaciones entre Baviera y República Checa para la llegada de enfermos por coronavirus, según las informaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Junto a Baviera, las clínicas de Renania del Norte-Westfalia se han ofrecido a Países Bajos para atender a enfermos graves, y en Baja Sajonia también hay intención de ayudar a la nación vecina.

Hay que recordar que la Unión Europea ha destinado 220 millones de euros al transporte de pacientes, equipamiento y personal entre fronteras. Una gran ayuda en tiempos difíciles.

Alemania es contraria a restricciones

Uno de los aspectos contrarios a esta propuesta de Alemania es el cierre de fronteras, algo que sucedió en la mayoría de países con la primera oleada de coronavirus. Muchísimas naciones optaron por vetar la entrada de extranjeros y gente de fuera salvo justificación y con multitud de medidas sanitarias.

Sin embargo, Maas ha pedido no revivir de nuevo imágenes indeseadas: "No queremos volver a incurrir en los errores de la primavera y esto también se aplica a las fronteras. Entonces la consecuencia fueron embotellamientos de kilómetros en la frontera germano-polaca".

"Cuando se trata de guerras y crisis, hay que poder encontrarse también personalmente y mirarse a los ojos", ha opinado sobre las posibles disputas entre países. Y ha añadido: "Volvieron a surgir debates que se creían históricos en la frontera franco-germana. Esto no puede volver a repetirse". "Tampoco puede haber un cierre diplomático", ha concluido.