Bill Gates aseguró que la vida volverá a la normalidad solo cuando una segunda generación de vacunas contra la COVID-19 esté ampliamente disponible y el virus sea erradicado en todo el mundo, un listón más alto que el establecido para cualquier enfermedad en la historia.

En una entrevista concedida el pasado domingo al programa Meet the Press de NBC, el magnate afirmó que "la única forma en que volveremos completamente a la normalidad es teniendo, tal vez no la primera generación de vacunas, pero eventualmente una vacuna que sea súper efectiva y que mucha gente se ponga, además de eliminar la enfermedad a nivel mundial".

"Ahí es donde finalmente podemos comenzar a acabar con todos los problemas que se han creado, en educación, salud mental, y comenzar a reconstruir de una manera positiva", añadió el fundador de Microsoft.

Mala gestión en Estados Unidos

El magnate también criticó la gestión de la pandemia que está teniendo Estados Unidos y la calificó como una de las peores del mundo, salvo por las agresivas inversiones de la Administración Trump en el desarrollo de la vacuna. Asimismo, alertó que "se avecinan muchas muertes adicionales si no actuamos juntos".

Sobre el sistema de detección de pruebas que tiene el país norteamericano, agregó que es el peor "en términos de quién tiene acceso a él. Por eso, tienen que admitir que no han hecho un buen trabajo y hacer algunos cambios sencillos". La opinión del magnate choca con la del presidente Donald Trump, quien calificó la respuesta de su Gobierno como "fenomenal".

La labor de su fundación

Gates subrayó que está mal denominar al tratamiento como una cura, porque no funcionará para todos los pacientes, aunque lo ve como el tratamiento terapéutico más prometedor contra la enfermedad. Su fundación se asoció con el fabricante Eli Lilly con la esperanza de obtener un fármaco de anticuerpos aprobado por la FDA con suministros aumentados en los próximos meses.