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Muere otra mujer de cáncer en Burgos sin que su médico la viera durante la pandemia

EUROPA PRESS - Archivo

Lidia Bayona, de 53 años de edad, se encontraba mal desde marzo y no consiguió cita presencial en su ambulatorio durante meses.

Lidia Bayona perdió la vida el pasado 27 de julio a los 53 años tras no sobrevivir a un fallo multiorgánico tras una operación en la que le extirparon dos tumores cancerígenos, uno en los ovarios, y otro en los conductos biliares.

Más allá del trágico desenlace, su familia se lamenta de que Lidia se encontraba mal desde marzo y no consiguió cita presencial en su ambulatorio durante meses: "Vomitaba, tenía diarreas, perdió 7 kilos de peso, orinaba marrón, pero su médico de cabecera le dijo hasta cuatro veces que era gastroenteritis o nervios. No le dio ni la baja. No me puedo creer todavía que la doctora no quisiera verla con esos síntomas", aseguró Fátima, su hermana, en declaraciones a NIUS.

"Vi la muerte en sus ojos"

Durante el confinamiento, las dos hermanas intercambiaron numerosas llamadas. En ellas, Lidia le contaba "que ya no podía más". Cuando pudieron verse, Fátima fue consciente del grave estado de salud de Lidia: "Vi la muerte en sus ojos. Ahora me siento culpable. No sé cómo no la agarré y la llevé a urgencias a la fuerza. Pero ella se negaba, por miedo a contagiarse del coronavirus o contagiar ella, porque pensábamos que podría ser un positivo".

Ya en el mes de junio, Lidia logró por una cita médica. En ella, le mandaron una analítica que reveló el preocupante diagnóstico y por ello, fue ingresada de urgencia en el Hospital Universitario de Burgos el 24 de junio, donde falleció tan sólo un mes después.

Prioridad para los enfermos de coronavirus

Por ello, Fátima reclama que el caso de su hermana ha sido "una cadena de errores médicos que comienzan en el ambulatorio", y apuntó como posible causa que en la situación sanitaria actual "tienen prioridad los enfermos de COVID".

"Dejó la UCI para pasar a planta a los pocos días de la operación, para poder dejar sitio para atenderles. Sé que esta enfermedad es muy complicada, pero no se puede dejar morir a los enfermos de cáncer por la pandemia", declaró Fátima.

Ahora, los hermanos de Lidia estudian denunciar a la sanidad burgalesa: "No me la van a devolver, pero quiero que se den cuenta de que somos personas, no números".

Otro caso similar

Se trata del segundo caso de similares características ocurrido y denunciado en Burgos en los últimos días. La Fiscalía de Castilla y León ha abierto una investigación sobre la atención médica que recibió otra mujer, Sonia Sainz de la Maza, que falleció en agosto como consecuencia de un cáncer de colon, a los 48 años.

Sonia tampoco consiguió una cita presencial en su ambulatorio durante el confinamiento, a pesar de su insistencia y sus síntomas. Tres meses después, fue diagnosticada de un tumor con metástasis que le costó la vida.