Reino Unido entra en una fase crítica, al borde del segundo confinamiento

La pandemia de la COVID-19 se está disparando a pasos agigantados en el Reino Unido con cifras alarmantes que están llevando al país a valorar seriamente establecer medidas desesperadas para frenar una curva que no para de crecer. Este lunes, el director científico del Gobierno, Patrick Vallance, ha hablado de una previsión de 50.000 contagios y 200 muertes cada día a mediados de octubre.

Sin duda, se necesita actuar con urgencia y una de las ideas sobre la mesa es la de establecer un segundo confinamiento y limitar lo máximo posible los movimientos de los ciudadanos, según informan los medios locales. Vallance, acompañado por Chris Whitty, director médico del Gobierno, ha explicado que cada semana se duplican los contagios y todavía puede ir a más si no se hace algo distinto.

El primer ministro británico, Boris Johnson, se reunió este fin de semana con estos dos asesores y Matt Hancock, ministro de Sanidad, pues la cifra de 40.000 fallecidos desde el inicio de la pandemia puede quedarse corta si no se evalúan ya las nuevas medidas. Whitty, en declaraciones recogidas por The Guardian, ha calificado el momento de "punto crítico" y de ir en una "dirección equivocada".

Una decisión ante las críticas

La actuación y las medidas que tome el Gobierno británico están siendo demandadas por todo el país. Esto explica que tanto Chris Whitty como Patrick Vallance hayan comparecido mediante un discurso televisado, poco usual.

Los dirigentes del Reino Unido están recibiendo bastantes críticas por parte de distintos sectores de la nación, y es por esto que los asesores del Ejecutivo hayan salido a dar un mensaje de que se impondrán las restricciones que sean oportunas, como ese confinamiento de dos semanas de duración en Inglaterra.

"Estamos mirando los datos para ver cómo gestionar la propagación del virus antes de un periodo invernal de gran desafío", ha explicado Whitty, ante los 3.899 nuevos contagios contabilizados el pasado domingo. Eso sí, Escocia, Gales e Irlanda del Norte pueden tomar las medidas que consideren en sus territorios según decidan los responsables autonómicos.