CORONAVIRUS

Quitarse la mascarilla al ir solos en el ascensor puede aumentar las posibilidades de contagio

La doctora María Inmaculada Flórez Álvarez advierte que una vez que se cierran las puertas, el interior no se puede ventilar y el riesgo se incrementa.

Quitarse la mascarilla en el ascensor puede aumentar las posibilidades de contagio
DANISH SIDDIQUI REUTERS

El ascensor es un elemento utilizado por muchas personas cada día en diversas situaciones: subir o bajar de casa, acudir al trabajo, ir a un hospital, etc. Así, en algunas ocasiones es habitual que cuando alguien se monta solo se quite la mascarilla, pero esto puede acabar siendo un error fatal.

Así lo ha advertido a través de Twitter la doctora María Inmaculada Flórez Álvarez, licenciada en Medicina por la Universidad de Valladolid y especializada en Cirugía Cardiovascular en la Clínica Universidad de Navarra. La razón principal se debe a que una vez que se cierran las puertas, el interior no se puede ventilar y las posibilidades de contagio aumentan.

Respuesta a otro médico

Esta doctora hace referencia en su mensaje a otro difundido por el doctor Miguel Marcos, que destacaba la importancia "del inóculo viral o cantidad de virus que se inhala como factor de relevancia para la gravedad de la infección por SARS-CoV-2. Aparentemente, cuanto menos inóculo, mayor probabilidad de ser asintomático o enfermedad leve. ¿Y qué reduce el inóculo? No sorprende, la mascarilla".

Siguiendo la línea de Flórez se manifiesta el doctor Richard Corsi, experto en el control de la polución en edificios. Afirma que las personas podrían infectarse dentro de los ascensores en tan sólo unos segundos sin necesidad de que exista contacto directo.

Los aerosoles, clave

Lo justifica argumentando que si se confirma que los aerosoles transmiten la enfermedad, podría haber riesgo de contagio pese a tomar medidas preventivas tales como permitir solamente una persona por viaje o una buena y constante higiene de manos.

Pese a estas opiniones, pocos informes técnicos han recomendado medidas concretas para evitar la propagación en los ascensores. Uno de ellos es del British Columbia de Canadá, que aconseja una distancia mínima de dos metros y que exista cartelería visible en la que se anuncie el máximo de personas permitidas.