¿Qué riesgo hay de contagiarse de Coronavirus en un ascensor?
España es el país con más ascensores por habitante del mundo y hay que prestar atención a la posibilidad de contraer el patógeno en estos espacios.
Si ha decidido no tomar ascensores durante la crisis sanitaria del coronavirus, ha hecho bien. España, además de uno de los países más castigados por el patógeno, es también el que cuenta con un mayor número de ascensores por cada mil habitantes del mundo, 19,8, y espacios cerrados como estos pueden favorecer los contagios.
¿Por qué? Para empezar porque cuando respiramos, tosemos, estornudamos o hablamos generamos los famosos aerosoles por los que se ha impuesto el uso obligatorio de mascarillas en determinadas circunstancias. Esos aerosoles quedan suspendidos en el aire y, aunque su carga viral va disminuyendo, pueden seguir infectando a quien entre en contacto con ellos durante tres horas.
Por otro lado, utilizar un ascensor supone pulsar botones y entrar en contacto con superficies en las que el virus puede sobrevivir desde las 4 horas, en el caso del cobre, hasta las 72 en el caso del plástico y el acero. Así, no hace falta que coincidan varias personas en el interior del habitáculo para que haya posibilidades de contagio. Con que una persona contagiada tome el ascensor y otra lo haga una o dos horas después, ya existe riesgo de infección.
Distancias de seguridad e higiene de manos
De momento las recomendaciones sanitarias para el manejo de ascensores en los países afectados por la pandemia ha sido escasa, cuando no nula. En Canadá, por ejemplo, sí que ha habido algunas directrices. El Centro de British Columbia para el control de enfermedades recomienda una distancia mínima de 2 metros y que se especifique con un letrero el número de personas que puede usarlo a la vez en función de sus dimensiones. Con una persona por viaje, mascarillas e higiene de manos podrían reducirse mucho las opciones de contagio.
Aún no hay estudios que respalden que a mayor número de ascensores una ciudad se vea más afectada. Madrid, Barcelona o Nueva York, ciudades con muchos bloques de pisos, están entre las más afectadas del mundo y justificarían esa relación, que sin embargo en Corea y Japón, países propensos a construir en altura, no se da. Aunque ya hay datos, como los antes expuestos, que desaconsejan el uso de los ascensores, habría que emplear modelos de dinámica de fluidos y estudiar los distintos tiempos de transporte y modelos de ascensores para poder inferir un nexo definitivo. Hasta entonces, si puede, suba por las escaleras. Es más seguro.