FIEBRE DEL NILO

Extremadura detecta sus dos primeros casos de fiebre del Nilo en caballos

Dos animales de Santa Amalia y Guareña en Badajoz son los primeros casos en la región de una enfermedad que transmiten los mosquitos.

La Dirección General de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura ha comunicado a la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE) dos casos positivos de fiebre del valle del Nilo en caballos, en las localidades de Santa Amalia y Guareña, situadas próximas a Mérida en la provincia de Badajoz.

El día 31 de agosto, los servicios veterinarios recogieron muestras de dos caballos de estas localidades, ya que mostraban signos que podían ser compatibles con el virus. El laboratorio de Algete, referencia nacional de dicha enfermedad, ha confirmado el positivo de ambos caballos, que ahora se encuentran en tratamiento. Son los dos primeros casos de fiebre del Nilo detectados en Extremadura este 2020.

El virus de la fiebre del Nilo es una enfermedad endémica africana que afecta a aves, que a su vez puede ser contagiada a mamíferos por medio de mosquitos. En Andalucía, la Junta ha llevado un recuento de los caballos infectados por la enfermedad desde el año 2010. Sin embargo, apenas siete personas la habían padecido hasta este año.

Distintos síntomas y vacuna solo para caballos

Aproximadamente el 80% de las personas afectadas son asintomáticas, pero el 20% restante presenta la fiebre del Nilo Occidental, que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos y, a veces, erupción cutánea. Los casos más graves pueden provocar encefalomielitis, como está ocurriendo en Andalucía, donde varias personas han fallecido y otras se encuentran en la UCI.

La transmisión se produce por la picadura de un mosquito del género Culex, pero no puede pasar de humano a humano o de caballo a caballo. El paso de aves migratorias por los humedales de Andalucía y Extremadura es un factor de riesgo para la enfermedad, alertan las autoridades.

El primer caso de este virus se detectó en 1937 en una mujer en Uganda, al oeste del Nilo. Ha habido epidemias en Israel, Sudáfrica y Rumanía. En la actualidad no existe vacuna para los seres humanos, pero sí para los caballos.