CORONAVIRUS

La efectividad de la vacuna de la gripe hace desconfiar de la del coronavirus

Hace dos años, una de las enfermedades más comunes como es la gripe, mató en España a unas 15.000 personas y provocó el ingreso de 53.000. Este patógeno sí tiene vacuna, pero es un claro ejemplo de la dificultad de crear curas eficaces, puesto que en un año bueno, protege a entre el 50% y el 60% de las personas que la reciben.

Sin embargo, existen otros periodos, como fue el caso de 2018, en el que tan sólo llegó a un 25% de eficacia. Una de sus características principales es que es un virus muy escurridizo, diverso y muta con rapidez. La revista Nature publicó un artículo en el que un grupo de investigadores fijaba su atención en los esfuerzos para comprender por qué no se logra inmunizar a más gente y cómo se puede mejorar.

Estudio de los ganglios linfáticos

Así, en personas que se han infectado previamente de otras cepas, la vacuna diseñada cada año para proteger las diferentes versiones de gripe fomentarían la respuesta del sistema inmunitario frente a las infecciones pasadas y no contra las nuevas.

Buscando remedios más eficaces, los expertos analizaron los ganglios linfáticos, que sirven de centro de entrenamiento para los linfocitos B, que son los que generan anticuerpos para luchar contra los virus. Cuando el organismo tiene contacto con un patógeno, lo guarda en su memoria para poder combatir contra él y responder más rápidamente en un contacto posterior.

Ensayos con 8 personas

Para llevar a cabo esta investigación, probaron una nueva vacuna con ocho voluntarios que ya habían sido inoculados contra la gripe de 2018-2019. En la mayoría de casos, el remedio incitó la respuesta de los linfocitos B, pero sólo en tres pacientes se produjo un entrenamiento específico de linfocitos B nuevos con una respuesta específica para las cepas más recientes.

"Nuestro estudio muestra que la vacuna de la gripe puede provocar una respuesta en ambos tipos de célula en estos centros germinales, pero no sabemos con qué frecuencia sucede", apuntó Ali Ellebedy, de la Universidad de Washington en San Luis (EE. UU.), y que lideró la investigación.

En la larga lucha contra la gripe, otros expertos han buscado formas de evitar la capacidad del virus para cambiar las partes de su estructura que atacan las vacunas. Por ello, hay investigadores que buscan atacar a los tallos que unen esa parte clave con el resto del patógeno. Al ser menos cambiante, una vacuna que la anulase daría la posibilidad de producir remedios más duraderos.