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Solar Orbiter se acerca al Sol y capta unas imágenes jamás vistas

La sonda espacial, que tomó las fotografías a 77 millones de kilómetros de la estrella, descubrió unas minierupciones que podrían subir la temperatura de la corona solar.

La Agencia Espacial Europea (ESA) desarrolló Solar Orbiter con la misión estudiar y predecir el comportamiento del Sol. Ahora, esta sonda espacial ha captado las imágenes más cercanas de la estrella jamás conseguidas.

Una misión que estuvo llena de desafíos, complicados aún más por la pandemia de coronavirus que afecta a todo el mundo y que obligó a hacer desde casa parte de las operaciones de su puesta en servicio en órbita, proceso que, en circunstancias normales, requiere del trabajo conjunto de decenas de personas. A pesar de esto, el subdirector de Operaciones de la nave espacial Orbitador Solar, José Luis Pellón-Balión, indicó que todo "funcionó bastante bien, mejor de lo esperado".

Una visión diferente del Sol

La sonda Solar Orbiter ha tomado las fotografías del Sol una distancia de 77 millones de kilómetros, a mitad de camino entre la Tierra y la estrella. Esta cercanía ha permitido encontrar "indicios de fenómenos muy interesantes" que hasta ahora no había sido posible observar con detalle, según relata en rueda de prensa Daniel Müller, científico del proyecto.

Uno de los aspectos más interesantes que destacaron los expertos fue la existencia en el Sol de innumerables minierupciones solares, a las que se refirieron como 'hogueras', cerca de la superficie de nuestra estrella, que fueron fotografiadas por la Cámara de Imagen del Ultravioleta Extremo (EUI). "Nunca antes se habían observado estos fenómenos con tanta resolución", expresa Müller. Esas hogueras son entre millones y miles de millones más pequeñas que las fulguraciones solares que pueden verse desde la Tierra, pero todavía desconocen si son versiones minúsculas de las mismas o si se corresponden a mecanismos diferentes.

Es fundamental conocer el comportamiento del sol

El objetivo principal de esta misión comprender mejor cómo funciona el Sol y qué gobierna sus ciclos de actividad. Esto es fundamental para la humanidad, pues la Tierra habita dentro de la burbuja protectora del Sol, lo que supone que a veces podamos quedar expuestos a violentas tormentas de radiación emitidas por la estrella.

De momento, los primeros resultados han arrojado algunas teorías de que las minierupcioenes descubiertas podrían contribuir a uno los fenómenos más enigmáticos: el calentamiento de la corona solar, la capa más externa de la atmósfera del Sol, que se extiende hacia el espacio y cuya temperatura es superior al millón de grados, mientras que la superficie de la estrella está a 5.500 grados. "Creemos que son como los hermanos pequeños de las potentes llamaradas solares y pensamos que su origen está en el campo magnético y que tal vez estas hogueras sean las responsables de aumentar la temperatura de la corona solar", detalla Daniel Müller, aunque confiesa que "aún es pronto para sacar conclusiones científicas".

También se ha extraído el mapa magnético del Sol

La sonda de la ESA también ha tomado el primer mapa magnético autónomo del Sol que puede ayudar a resolver el enigma del calentamiento de la corona solar. Este mapa representa la situación global del campo magnético que produce el Sol con todas sus pequeñas variaciones. "Normalmente los datos recogidos por las sondas, básicamente medidas de los parámetros de la luz, se envían a la Tierra y allí son procesados con la ayuda de muchos ordenadores para producir un mapa completo", explica José Carlos del Toro, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía. "La Solar Orbiter está demasiado lejos para hacer esto, así que por primera vez se ha incluido un chip que procesa toda la información a bordo de la nave de forma autónoma y envía el mapa completo, algo que jamás se había hecho", resalta el investigador.

El importante papel de España

EPD y So/phi son dos de los diez instrumentos de Solar Orbiter, y en la creación de ambos son protagonistas científicos españoles. Aunque la participación de España, tanto científica como empresarial, abarca otros aspectos de la misión.

El astrofísico de la Universidad de Alcalá (Madrid) Javier Rodríguez-Pacheco es el investigador principal del Detector de Partículas Energéticas (EPD), mientras José Carlos del Toro, del Instituto Astrofísico de Andalucía es coinvestigador principal del magnetógrafo So/Phi.